A las puertas de la celebración de las elecciones de este domingo 26 de mayo, los partidos contienen su mensaje y se preparan internamente para el mejor o el peor de los escenarios posibles. Madrid se ha convertido en una de las plazas más codiciadas, ya que las encuestas prevén un recuento muy reñido que, dependiendo de la participación, hará que el futuro de la ciudad y la comunidad estén presididas por unas siglas u otras.

La derecha aguanta la respiración. Saben de la importancia que tiene mantener un feudo que el PP ha gobernado, sin descanso, 24 años seguidos. Ahora la situación es más delicada. Fuentes internas del partido confirman a ElPlural.com que “pese a estar todo muy igualado, hay opciones”. Defienden el proceso de resiliencia realizado por el partido que, tanto en el tono como en el argumento, ha tratado de virar hacia el centro y recuperar el terreno perdido tras el acercamiento a Vox. “Hay una diferencia mínima”, insisten, aunque confirman que, teniendo en cuenta la cantidad de partidos que se presentan y la fragmentación existente que tanto daño ha hecho a sus aspiraciones particulares, encaran esta recta final con “mejores sensaciones”.

Mientras tanto, Ciudadanos prefiere mostrarse más cauto. Saben que la distancia con los populares es mínima. Frenar a la izquierda podría parecer, en términos pragmáticos, el objetivo compartido por sendos partidos. Sin embargo, los continuos ataques entre Casado y Rivera, las acusaciones que se han vertido en campaña y el combate de egos existente, hace que abanderar el proyecto de la derecha se convierta en prioritario. “No hay encuestas internas”, comentan a ElPlural los naranjas. De esta forma, con todo en el aire y la batalla servida, respetar los tiempos es la decisión adoptada por los de Rivera. “No es momento de hablar sobre pactos, vetos a dirigentes (Díaz Ayuso) ni demás especulaciones. Eso es irse muy lejos”, sentencian.

En cualquier caso, si algo presagia la demoscopia, es que Vox será un agente clave para revalidar el poder y contrarrestar la suma de PSOE, Más Madrid y Podemos. Después de no incluirlos en la Mesa del Congreso, de empezar a catalogarlos como “extrema derecha” después de ofrecerles sillones y de alejarse del mensaje ultra, las negociaciones, en caso de sumar los escaños necesarios, darán comienzo de nuevo.

La izquierda, en vilo

Por su parte, desde Ferraz defienden estar “ilusionados” y expectantes con la cita electoral. “Estamos más cerca que nunca”, comentan en petit comité los socialistas. Después de 24 años sin obtener la llave del gobierno regional, la acogida por parte del público de Ángel Gabilondo, candidato a la comunidad, está dejando imágenes para la ilusión.

Sin embargo, como es habitual en las fechas previas a la resolución en las urnas, el PSOE pide que la gente no se relaje y salga a votar en masa: “Es muy importante que la gente se movilice”, rematan.