La semana del 8M ha servido para vislumbrar la evidente fragmentación en el movimiento feminista y las diferencias existentes entre los socios del Gobierno de coalición. Un día antes del Día Internacional de la Mujer, en el Congreso de los Diputados, se evidenció la discrepancia existente entre PSOE y Unidas Podemos después de que la ley del solo sí es sí fuera aprobada por el Pleno, con los votos a favor de socialistas y en contra de los morados.

La aprobación de la Ley fue definida por Unidas Podemos como una "infamia". El coportavoz estatal, Pablo Fernández, expresó que "el PSOE vota de la mano del PP para volver al Código Penal de La Manada, a lo que ha ayudado la abstención de Vox". La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, también se mostró muy dura con los socialistas, acusándoles de aliarse con el PP "para volver atrás". Desde el universo mediático cercano a Podemos también se ha realizado una campaña brutal contra el PSOE, y Pablo Iglesias es la figura que lo representa, llegando a alinear a la formación de Pedro Sánchez con la ultraderecha: "Creo que hay un elemento que todo el mundo va a entender: si Unidas Podemos, Bildu y ERC están con la propuesta de Igualdad; y el PP, Cs y a lo mejor Vox con la propuesta del PSOE, creo que la gente de izquierdas no necesita oír mucho más", dijo en la Cadena SER.

Esta serie de acusaciones han sentado mal en el PSOE. De hecho, el portavoz de los socialistas en el Congreso, Patxi López, ha acusado a los morados de "mentir descaradamente" además de asegurar que el Ministerio de Igualdad todavía "no ha puesto solución" a las diferencias en la ley del solo sí es sí. Asimismo, ha defendido la postura de su partido en la creación de la norma: "Elaboramos una buena ley para proteger de manera integral a las mujeres víctimas de la agresión que ha tenido un problema en el aspecto penal", ha matizado. Finalmente, ha asegurado que no se ha tocado "una coma del consentimiento" a la par de catalogar el comportamiento de Unidas Podemos como "irresponsable por no decir impresentable".

Por esta misma línea se ha movido la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, quien ha pedido a sus socios de Gobierno un cambio de comportamiento: "Yo creo que hay veces que los diputados y diputadas se suben a la tribuna del Congreso y pareciera que les anima ese estrado para elevar el tono o tener excesos verbales".

Las discrepancias entre ambas formaciones vienen en el peor momento. A pesar de que desde ambos flancos se trata de rebajar las tensiones y hacer frente común por defender la coalición, los choques son más que evidentes. Y es algo que el votante ve. Y la oposición. La derecha huele la sangre y, en consecuencia, actúa. A dos meses y medio de unas elecciones autonómicas que puedes ser cruciales para las generales del próximo diciembre, la izquierda no puede permitirse el lujo de llegar fracturada a un proceso electoral tan crucial.

Teniendo en cuenta los hechos acontecidos durante los últimos siete días, las empresas demoscópicas han continuado publicando datos sobre la situación electoral que viven los grandes partidos políticos. Tras el análisis de los estudios emitidos durante la última semana por Celeste Tel, Gesop, 40Db, Sigma Dos, Sociométrica, Electomanía y ElPlural.com y elaborar un promedio de todos sus datos, llega una nueva edición de la madre de todas las encuestas

Intención de voto

Tal y como evidencia el resultado del estudio demoscópico de ElPlural.com, el PP se dejaría casi un punto en la última semana y coincidiendo con el 8M. De esta manera, Alberto Núñez Feijóo conseguiría el 31,1% de los votos. Asimismo, cabe destacar que desde el PP de Madrid se instigó a Nuevas Generaciones para tratar de reventar una parte de la manifestación feminista. Con este resultado, Núñez Feijóo no consigue acaparar una mayoría suficiente que pueda marcar una gran autoridad electoral. De hecho, esa ventaja viene simplemente determinada por la mayoría absoluta de Juan Manuel Moreno Bonilla en Andalucía ya que sirvió para cambiar las tornas en las encuestas.

Por su parte, Pedro Sánchez, es capaz de no dejar que su principal rival se escape y conseguiría un 25,6% de los votos, bajando mínimamente en una semana y acortando las distancias con el PP. En cuanto al resto de partidos, la ultraderecha ha sido capaz de aguantar el tipo durante estos años. Tienen un electorado fiel y cuyas salidas de tono no perjudican, sino que en cualquier caso, benefician. En estos momentos Vox está en un 14,6% y podrían ser cruciales a la hora de formar Gobierno con el PP.

Finalmente, Unidas Podemos se haría con el 10,9% de los votos, Ciudadanos con el 2,2% y Más País, con el 2,3%.