El juez ha procesado por cinco delitos de agresión sexual y un delito de robo con violencia a los cinco encarcelados el pasado día 7 de julio, día de arranque de los San Fermines, por la presunta violación “en grupo” a una joven de 18 años.

Un comunicado del Tribunal Superior de Justicia de Navarra ha informado este martes que el magistrado recogerá declaración el 2 de septiembre a los cinco procesados. Entre ellos se incluyen un militar y un Guardia Civil que ha sido apartado del servicio. Las declaraciones se llevarán a cabo a través de un sistema de videoconferencia desde los respectivos centros penitenciarios.

El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona en el auto de procesamiento impone a los cinco acusados una fianza de 500.000 mil euros, sin perjuicio de su determinación final, por “unos hechos de extrema gravedad, ejecutados en grupo y de manera reiterada, con múltiples penetraciones”.

¿Qué sucedió realmente?

Según informa la resolución, el día 7 de julio sobre las 3:00 horas el procesado J.A.P.M. inició una conversación con la víctima de 18 años en la Plaza del Castillo. Una vez roto el hielo, él y sus cuatro amigos – J.E.D., A.J.C.E., A.M.G.E y A.B.F – acompañaron a la joven hacia su coche, donde ella tenía intención de descansar un rato y dormir.

Durante la travesía hacia el coche, y aprovechando que justo una vecina estaba entrando en el portal número 5 de la calle Paulino Caballero, el acusado J.A.P.M. evitó que la puerta se cerrase del todo. A raíz de ello los cinco procesados agarraron a la joven por las muñecas y la obligaron a que entrara en el portal, rodeándola.

Cinco contra una

Debido a su superioridad física los cinco chicos se aprovecharon de la joven que se veía incapacitada para pedir auxilio u oponerse a sus intenciones. La sujetaron y la obligaron a realizar varios actos sexuales. Durante el acto los procesados “incluso se animaban y jaleaban entre sí” solicitando su turno con la joven mientras que uno de ellos, A.M.G.E “grababa además con su teléfono móvil los hechos” incluso en varias ocasiones se dirigían directamente a la cámara.

Una vez finalizado el acto, los cinco procesados se apoderaron del teléfono móvil de la víctima aunque se deshicieron de las tarjetas de memoria y de la funda. La joven inmediatamente después de que los procesados abandonaran el portal se vistió, salió a la calle y rompió a llorar hasta que dos personas que se encontraban cerca la atendieron y contactaron con la policía.

Cuando llegó la policía la víctima relató lo sucedido aportando datos identificativos de los agresores, lo que facilitó la localización de los mismos horas después en la plaza de toros. Una vez finalizado el encierro los cinco agresores fueron detenidos.

Resoluciones

El juez considera que estos hechos están tipificados en el Código Penal como cinco delitos de agresión sexual con penetración o violación, además de un delito de robo con violencia o intimidación debido al apoderamiento del teléfono móvil de la joven.

Según el magistrado al producirse los hechos de forma colectiva, concurren tres circunstancias agravantes, incluyendo un trato degradante y vejatorio, ya que en las grabaciones del teléfono móvil se aprecia “como los procesados se reían de la víctima”, además del mero hecho de que grabar una agresión sexual es “una vejación adicional”. La actuación conjunta de varias personas y el hecho de que la víctima "era especialmente vulnerable, tratándose de una chica de dieciocho años que se encontraba sola" han sido también consideradas por el juez como agravantes.

Y concluye añadiendo que en "ningún caso" hay que apreciar consentimiento alguna de la víctima cuando la grabación pone de manifiesto una dinámica de los hechos incompatible con la aceptación o tolerancia de los actos de acceso carnal ejecutados sobre ella, "en un evidente abuso de una situación de superioridad física".