Mariano Rajoy vuelve a enmendar la plana al PP con asuntos de corrupción. Mientras el PP de Valencia vende la idea de que ha exigido a los ediles bajo sospecha de blanqueo sus actas, el líder del partido habla de que en realidad han aceptado una suspensión de militancia por decisión propia y que hay que ser "prudentes" con este tipo de situaciones. También ha roto una lanza a favor de Rita Barberá, recordando que no está siendo investigada por este asunto -en realidad por su condición de aforada, que impide al tribunal valenciano hacerlo-, y que ella se ha manifestado dispuesta a "colaborar" con la Justicia.

Entrevistado en Onda Cero, la reacción del jefe del Ejecutivo en relación a la corrupción ha sido más que tibia. Ya lo hizo con el comisionista Pedro Gómez de la Serna, a quien se negó a pedirle durante la campaña electoral que abandonara su puesto como número uno de las listas del PP por Segovia, desmintiendo a la todopoderosa Soraya Sáenz de Santamaría. en esta ocasión ha creído la versión de los concejales de Valencia y reclama respeto a la presunción de su inocencia.

Rajoy ha subrayado que no están procesados y que cree que no lo estarán. En su opinión, son asuntos "muy difíciles". en este sentido, ha recordado que cuando el ahora ministro de Industria en funciones, José Manuel Soria, fue imputado él estuvo a su lado y todo quedó en nada. Ha citado también los casos de Juan José Imbroda o del portavoz del Senado, José Manuel Barreiro.

Sobre el expediente informativo que ha abierto el partido, ha señalado que él sólo está al tanto de las "grandes decisiones" pero no de los detalles. Entre otras cosas, no conocía quién estaba instruyendo el expediente. Preguntado por la procedencia del dinero supuestamente blanqueado, ha dicho que eso lo tenía que determinar el juez. "Y la investigación interna de su partido", ha puntulizado Carlos Alsina, lo que le ha obligado a añadire que también esa investigación interna "que de momento no ha arrojado resultados que yo conozca".