La lluvia, no fuerte, desmereció el desfile de las Fuerzas Aéreas por el Día de la Hispanidad en Madrid. De hecho, se suspendió la práctica totalidad del desfile aéreo previsto. El Paseo de la Castellana se vio inundado, no por agua, sino por banderas de España cuyas dobleces, en una gran mayoría, evidenciaban que estaban siendo recién estrenadas. En un montón de puestos ambulantes se vendían.

Puestos de venta de banderas en el defile del 12-O.

"Es de los falangistas y existirá toda la vida en España"

Se vio alguna preconstitucional, con el Águila de San Juan, portada tanto por jóvenes que decían que "ésta es mi bandera" y "para gustos los colores", como por un señor mayor que pedía que los independentistas se fueran de nuestro país. "Esto [por la bandera] es de los falangistas y existirá toda la vida en España", afirmó. Alabó a Franco, mientras que las personas de su alrededor le miraban como si fuera algo exótico.

Un hombre porta una bandera preconstitucional.

Tampoco fue extraño reconocer banderas imperiales de los Tercios de Flandes, con la inscripción No se ponía el sol, y de la Cruz de Borgoña, para ensalzar lo que fue España en el pasado.

Bandera imperial

"Sinvergüenza", "hijo de puta"

De vez en cuando, se rompía la tranquilidad de los presentes con vivas a España, al Rey, a la Guardia Civil y a la Policía. La gente buscaba el mejor sitio para ver el desfile. En las zonas muy concurridas, había quien se quejaba de los empujones. Cuando llegó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la zona de autoridades, fue recibido, por parte de unos pocos, con silbidos e insultos: "Sinvergüenza", "hijo de puta". A su lado, estaba Margarita Robles, ministra de Defensa; Ángel Garrido, presidente de la Comunidad de Madrid, y Manuela Carmena, alcaldesa de la capital. Al irse, sucedió lo mismo. Le reclamaron "elecciones".

'Sánchez ¡Desokupa! Y deja a Franco en paz'

Las calles aledañas al Paseo de la Castellana se usaron para mejorar posiciones. La seguridad fue llamativa. Sandra Gutiérrez, hija de Pilar Gutiérrez -la autoproclamada "mujer más franquista de España- y nieta de Joaquín Gutiérrez Cano, ministro de Franco, buscaba llegar a un lugar céntrico para desplegar la pancarta de Movimiento por España, que busca "recuperar la España que nos legaron nuestros mayores y que está siendo destruida a conciencia desde hace 40 años". "No se puede acceder a ningún sitio. Está todo cortado, en un kilómetro a la redonda", lamentó. Llevaba una camiseta con el lema El Valle [de los Caídos] no se toca.

Preguntada por dicha frase, respondió que quieren defender el patrimonio, porque "quieren desmantelar el Valle de los Caídos". "Hay que respetar el patrimonio nacional", insistió. A su juicio, sacar a Franco de allí "es el principio". "Es un memorial que ya se hizo a las víctimas de los dos bandos. De hecho, Franco no quiso ser enterrado ahí", sostuvo. "¡Qué se preocupen del presente y no del pasado! ¿Y lo de la tesis? ¿Qué? En otro país, [Sánchez] ya habría dimitido", espetó. Al final, logró su objetivo y desplegó su pancarta, prácticamente ya terminado el desfile, detrás de la tribuna de autoridades, en la que se podía leer: Sánchez ¡Desokupa! Y deja a Franco en paz.

Pancarta franquista en el desfile del 12-O.

"Un perro español. ¡Cómo tiene que ser!"

Hubo gente de todas las edades. Niños llevados a hombros con cinturón con la bandera de España y banderola en la mano.

Niño con cinturón y banderola de España en el 12-O.

Personas mayores que conocieron el Paseo de la Castellana como Avenida del Generalísimo. Perros con pañuelos rojigualdos. "Un perro español. ¡Cómo tiene que ser!", comentó un padre de familia a sus hijos al ver a uno. "¡A ver si pasa la cabra ya!", deseó un niño pequeño. La Legión siempre tiene su éxito. Una madre se llevaba a sus hijos a casa "para ver el desfile por la tele", puesto que no habían cogido una buena posición ni llevado, como otros, escaleras para tener una mejor vista. Por megafonía, al acabar el desfile, poco antes de las 13:00 horas -empezó sobre las 11:00- se destacó que la bandera de España es "el símbolo de la Nación" y que merece "el máximo respeto".