Dicen los voceros del PP –los políticos y los mediáticos- que el franquismo ya no existe, que la gente en general quiere mirar al futuro y, en cambio, aborrece el pasado. Algunos de estos heraldos de Su Majestad Rajoy Brey afirman que José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba han escogido el 20-N para evocar al Caudillo, a sus secuaces y a sus nostálgicos, y de este modo enviar  un mensaje de miedo a la ciudadanía.



Ignorancia supina
Pero semejante teoría no es más que una exhibición de ignorancia supina. El 20-N, por mucho que se esfuercen los fanáticos de la dictadura para apropiarse de esa fecha histórica, fue el día en el que murió Franco y con él también murió poco después  su régimen totalitario.



Reaccionaria de toda la vida
Rajoy y sus asesores desdeñan toda referencia a los franquistas. No quieren públicamente saber nada de los herederos más directos del Generalísimo. Sin embargo, lo cierto es que asistimos a una falsedad más de las muchas que difunden los populares. ¿Cómo pueden decir Rajoy y su alegre muchachada ultramontana que no quedan franquistas en España cuando –sin ir más lejos- Franco continuará siendo alcalde honorífico de la ciudad de Valencia, gracias a los votos del PP en el reciente pleno del Ayuntamiento valenciano.  Rita Barberá, la alcaldesa perpetua de Valencia,  es una  reaccionaria de toda la vida.



Los muy hipócritas
Proclaman que apenas hay franquistas en España pero silencian los muy hipócritas que los ediles valencianos han logrado de nuevo que Franco sea alcalde honorario de Valencia. En cierto modo cabría subrayar que los concejales  populares intentan resucitar a Franco. El sábado pasado, en el debate político de La Noria, Celia Villalobos, siempre bulliciosa y lenguaraz -que va de casi única progre del PP- se salió por la tangente cuando se hablaba del franquismo en torno al 20-N y las elecciones generales. Le pregunté entonces por qué no explicaba cómo el PP niega sus vinculaciones con el franquismo, cuando los concejales aludidos –y no sólo ellos, por supuesto- apoyaron que siguieran vigentes los honores municipales a Franco. El silencio de Villalobos fue más que elocuente. Y es que, ¡ay!,  los franquistas votan PP.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM