El sector crítico a Pedro Sánchez ha entregado en Ferraz las 17 renuncias de la Ejecutiva Federal que deberían suponer la expulsión del líder socialista de la Secretaría General. Según este sector, semejante número de renuncias debería provocar la renuncia del secretario general en base a los estatutos del PSOE. 

Pero en esta última entrega de la crisis interna del POSE, la aritmética es muy importante. Para conseguir tumbar la Ejecutiva, debe dimitir la mitad más uno de los miembros que la conforman. Siendo 38, el número clave es 20.

Esta misma tarde han presentado su renuncia 17 y, desde hace ya algún tiempo, hay tres plazas vacantes: la de Pedro Zerolo, la del exlíder gallego José Ramón Gómez Besteiro, que dimitió por corrupción y, la tercera plaza pertenecía al canario Javier Abreu.

Aquí está la clave. Y es que los críticos aseguran que sus 17 dimisiones se pueden sumar a estas tres vacantes y, por lo tanto, ya estarían las 20 renuncias necesarias.

Lagunas en los estatutos

Pero en Ferraz no lo tienen tan claro. Pedro Sánchez podría aferrarse a los estatutos del PSOE, donde hay lagunas sobre qué hacer con esas vacantes. De hecho, los servicios jurídicos del PSOE están reunidos para estudiar cómo resolver el atolladero aritmético.

Para los defensores del todavía secretario general de los socialistas, esas tres vacantes no se podrían usar para forzar la caída de la ejecutiva. Es más, el asunto podría acabar aclarandose en los tribunales. De conseguir la salida de Sánchez, el partido acabaría en manos de una gestora y hay que recordar que este sábado se reúne el Comité Federal del PSOE.

Según el artículo 36 de los estatutos del PSOE, cuando la mitad más uno de los miembros de la ejecutiva se marcha, la dirección se extingue y asume las riendas una gestora. Una vez llegado a este punto, la misma gestora tiene que convocar un congreso extraordinario para nombrar a su nuevo candidato y al líder del partido. 

Fuentes socialistas aseguran que las palabras de este mismo miércoles del expresidente Felipe González han sido determinantes para convencer a miembros que, hasta hoy, estaban indecisos. Gónzalez ha asegurado que Sánchez le mintió, que le prometió que iba a abstenerse en la segunda votación en la investidura de Mariano Rajoy para acabar con el bloqueo.