El Gobierno de la derecha en la Junta de Andalucía prometió reducir la industria política y los chiringuitos y asociaciones partidistas vinculadas al PSOE y conectadas con el dinero público a lo largo de estos 40 últimos años de gobiernos socialistas. Tanto es así que Ciudadanos ha presumido en innumerables ocasiones de haber cerrado cerca de un centenar de organizaciones inservibles y con duplicidades evidentes en la gestión terrenal de ciertos asuntos.

Sin embargo, la evidencia apunta en otra dirección. Las exigencias de la extrema derecha, supuestamente contraria a destinar parte del erario a engordar la red política, han revertido en gastos desproporcionados para regar de fondos a asociaciones ultracatólicas y de tinte confesional en contra del aborto y la fomentación de la tauromaquia.

Tal y como adelantó este miércoles ElPlural.com​, PP y Ciudadanos han concedido un millón de euros a asociaciones ultras para que las mujeres no corten su embarazo. Una exigencia que siempre ha demandado Vox para seguir sosteniendo el gobierno de derechas de Andalucía.

Dos millones para la tauromaquia

La formación liderada por Santiago Abascal ha pedido la modificación del proyecto de Presupuestos de la Junta para subvencionar a los ayuntamientos que participen en la fomentación de las novilladas.

Una partida de dos millones de euros que ha enfurecido al partido animalista PACMA, que no ha tardado ni 24 horas en rechazar la propuesta de Vox y considerar “inadmisible que se blinde económicamente al sector taurino, claramente en declive desde hace años, y que tiene el rechazo mayoritario de la sociedad”.

“La tauromaquia debe ser prohibida legalmente y convertida en un delito. una barbaridad que Vox pretenda seguir potenciando esta lacra social en detrimento de la protección de los servicios públicos de los andaluces y andaluzas, que viven una situación de precariedad en muchos casos, por falta de recursos económicos”, sentencian.

Cuestión de prioridades

Ingentes cantidades de dinero que se acentúan si, sobre la mesa, se realiza una comparativa del déficit de personal sanitario en ciertos hospitales andaluces, el mal estado del Cabo de Gata -donde los residuos se acumulan y amenazan la biosfera del paraje natural-, la proliferación de plagas o el cierre de paritorios por falta de matronas.