Este martes se prevé que Manuel Valls, exprimer ministro y exministro de Interior francés, anuncie su candidatura para el Ayuntamiento de Barcelona, ciudad en la que nació. Valls liderará una plataforma creada en el seno de Ciudadanos pero sin las siglas naranjas y aglutinando, previsiblemente a otras bases.

Rápidamente la noticia se ha hecho eco en Francia, con reacciones de lo más dispar. Desde la crítica, a la más pura hostilidad, pasando por la indiferencia.

Uno de los primeros en valorar la candidatura de Valls fue François Hollande, quien fue presidente de la República Francesa con el propio Valls como primer ministro (de 2014 a 2016). En caso, ha reinado la indiferencia -rozando casi el desinterés-: “Fue un hombre político que tuvo un papel en nuestro país. Ministro del interior, primer ministro… también tuvo responsabilidades locales. Sé cuáles son sus raíces en España y en Barcelona. Ha hecho una elección de vida, la respeto”.

Valls le agradeció sus palabras, que pudieran interpretarse como un tímido apoyo: “Gracias, querido François por tus palabras cálidas y justas respecto a mí”.

Y de Hollande, a Marine Le Pen. La líder ultraderechista ha optado por la ofensiva y le ha invitado a abandonar su escaño en la Asamblea Nacional francesa si finalmente se presenta como candidato. Y es que, Valls sigue siendo diputado y hay voces que le achacan que cobre dinero público galo mientras hace campaña en otro país. No obstante no está obligado a dejar su escaño por ley, puesto que la ley de acumulación de mandatos no se aplica a mandatos en el extranjero.

“Candidato a las municipales en una ciudad extranjera, ¿el diputado adscrito a LREM @manuelvalls tendrá la decencia de dimitir de la Asamblea NACIONAL?”

Por su parte, Jean-Luc Mélenchon, el líder de la izquierda populista (en términos académicos, no despectivos) ha dejado caer que es un chanchulo de Macron para evitar legislativas anticipadas en el distrito de Valls.

“Gran chanchullo de la macronía para evitar una elección legislativa parcial tras la dimisión de #Valls. El miedo al pueblo provoca pánico en el Elíseo”