La concejala de Aranzadi-Podemos en el Ayuntamiento de Pamplona, Laura Berro, se ha negado a dimitir tras salir a la luz que votó a favor de conceder una subvención de 130.000 euros a la asociación de la que es presidenta su hermana, durante una comisión del Consistorio.

"No conocía el reglamento. Me despisté", lo ha justificado la concejala, y responde a los que la han criticado acusándoles de querer atacar al gobierno del cambio, según publica Navarra.com.

Berro también defiende que, pese a su error, éste “no perjudicó a ninguna otra asociación, ya que sólo la de su hermana se presentó al concurso público. Además, añade, de haberse abstenido, no habría influido “en el resultado de la adjudicación”.

“En todo caso se me puede acusar de despiste, pero de nada más”, defiende Berro, añadiendo que “desconocía el reglamento” que impide a los concejales participar en las votaciones que se puedan ver favorecidos familiares. "No va a volver a ocurrir. Asumimos el error, pero no ha habido mala fe”, ha querido zanjar.

Oposición dividida

Desde el resto de grupos del Ayuntamiento de Pamplona hay opiniones diversas sobre lo que debería hacer la concejala de igualdad y LGTBI. Tanto Bildu como Geroa Bai han criticado el comportamiento de Laura Berro, calificándolo de un “error grave con alcance político”, pero no piden su dimisión, tal y como recoge la Cadena SER.

Mucho más críticos han sido los representantes del PSOE y de UPN. La portavoz socialista, Maite Esporrín ha calificado las explicaciones de Berro como palabras “que insultan la inteligencia humana”. Por su parte, el exalcalde nacionalista Enrique Maya, ha pedido a su sucesor que actué.