El director operativo de la exhumación del dictador Francisco Franco, Humberto Sepúlveda, coordinará este jueves a un grupo de entre 16 y 20 personas para retirar la lápida de 1.500 kilos que cubre la tumba de la basílica del Valle de los Caídos, sacar el féretro del dictador y trasladarlo durante 50 kilómetros hasta el cementerio de Mingorrubio, en el barrio madrileño de El Pardo, donde reposarán sus restos definitivamente. Un trabajo que no considera complicado. "No le veo ninguna dificultad".

"Es una exhumación complicada pero tampoco difícil, es rápido, se hace con gatos y no tiene problema ninguno", precisa este tanatopracta dueño de la funeraria Alba, con sede en la localidad de Becerreá (Lugo) y experiencia en exhumaciones en catedrales, que se encuentra en Madrid preparando el trabajo encargado por el Gobierno de Pedro Sánchez.

Sobre cómo contactó el Ejecutivo con su empresa, Sepúlveda esquiva la respuesta. "Eso no lo puedo comentar, hay cosas que no debo decir", se excusa este profesional de los servicios funerarios que dirigirá al equipo que sacará a Franco del Valle de los Caídos casi 44 años después de su entierro. 

El Valle de los Caídos y Franco

Fue en 1940 cuando Franco mandó construir con el dinero de todos los españoles, incluidos las familias de los represaliados y fusilados, y con el trabajo esclavo de los presos republicanos, un mausoleo en honor a su victoria con armas. 

El Valle de los Caídos, la pirámide de Franco, albergó los restos mortales de unos 20.000 cuerpos del bando “nacional”, completamente identificados, localizados en el Valle y transportados a Cuelgamuros desde casi todas las provincias españolas de manera digna. En cambio, los restos mortales de los más de doce mil republicanos llevados contra su voluntad e ideas para que sirvieran de falso decoro, de “relleno” o para mostrar una falsa e hipócrita imagen “reconciliadora” del “patascortas”, se transportaron sin identificar y de cualquier manera, además de contra la voluntad de las familias.

Muestra de ello es la factura a la que desveló ElPlural.com gracias a la ingente labor de investigación de los memorialistas malagueños y en especial de un luchador de la recuperación de la dignidad como es José Sánchez Gallardo, presidente de la Asociación Contra el Silencio y el Olvido por la Recuperación de la Memoria Histórica.

La tétrica factura 

Factura ataúdes Valle de los Caídos

En este documento de alto valor histórico se pueden comprobar cómo las autoridades franquistas del momento, el 22 de abril de 1959 año en el que se inaugura el Valle de los Caídos, emiten una factura por el traslado desde Málaga de 924 cuerpos o restos mortales al mausoleo franquista de Cuelgamuros.

Lo tétrico y más dramático del hecho está en que la factura de funeraria Alfaro, desglosa 90 cajones (ataúdes) para 10 cuerpos cada uno, los “republicanos” y otras  24 cajas individuales destinadas a los combatientes franquistas. Es decir, incluso en el traslado de sus restos a la última residencia vital, Franco prestó un trato denigrante y diferenciador según fuera el bando al que pertenecieron los fallecidos. Los republicanos hacinados como cuerpos de animales en ataúdes, cajones, de diez en diez, juntos y revueltos, mezclados en esa ignominia del poder y en cambio, los “nacionales” en ataúdes individuales. Como dijo el poeta Gabriel Celaya “enterrados estos como Dios Manda a sus muertos” unos, otros en cambio como cerdos al matadero.

La factura desglosa el coste: 90 cajones “colectivos” a 550 pesetas, total 49.500 pesetas y 24 cajones individuales a 141 pesetas, total 3.384.  El camión de la funeraria para el viaje Málaga-Valle de los Caídos tuvo un coste de 3.384 pesetas y un automóvil para el Jefe de Expedición 3.366 pesetas.  También se recoge el concepto de “mandar varios cajones a pueblos”, lo que indica que no solo se “reclutaron” restos de la capital malagueña, sino también de poblaciones como la de Ronda y otras.

Esta es la factura que el franquismo, por tétrica e indignante, escondió. Como ésta debe haber centenares, las que el franquismo del “Caudillo que ganó la guerra hace 82 años” no quiso que viéramos.