El expresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, está viviendo su particular ‘semana infernal’. De hecho, desde que tuviera que sentarse en un banquillo por los trajes, Camps no había vivido tiempos tan aciagos como los que le toca soportar estos días. El suma y sigue judicial contra él parece no terminar nunca.

Su ‘semana infernal’ comenzó con la petición del fiscal Anticorrupción, Vicente Torres, pidiendo a la magistrada que instruye el caso Valmor, el que investiga el ‘pufo’ de la Fórmula 1 en Valencia, que procese al expresidente valenciano por prevaricación y malversación de caudales públicos. En un escrito durísimo, el representante del Ministerio Público afirma que "resulta indiciariamente acreditado que Camps, en el ejercicio de su cargo como presidente de la Generalitat, llegó a un acuerdo verbal con Bernard Ecclestone en 2006, al margen de cualquier procedimiento administrativo y sin ser el investigado órgano de contratación, para celebrar en València un gran premio de Fórmula 1".

Y prosigue afirmando que "parte de los terrenos por donde iba a discurrir la prueba eran propiedad de la Autoridad Portuaria y el Consorcio 2007, y que decidió de forma personal que se celebrara en València el evento pensando en el beneficio electoral que le generaría en las elecciones del 2007". Y apostilla que Camps autorizó "que a través de una sociedad se organizase el evento garantizándole que la Generalitat asumiría las pérdidas, comprometiendo los fondos públicos al margen de ningún procedimiento administrativo".

Es decir, el fiscal asegura que Camps fue el ideólogo y el que dio todas y cada una de las órdenes que hicieron posible que la F1 se celebrara en València, todo ello pese a estar de que "tras el gran premio de 2008, los socios de Valmor constataron que el evento era económicamente inviable y que generaba una gran cantidad de pérdidas".

Parte II

Pero su semana proseguirá con la sentencia de la Audiencia Nacional sobre la financiación irregular del PP valenciano, que según todas las fuentes se hará pública esta semana. Un fallo sobre el mismo PP que él dirigió con mano de hierro. Si bien es cierto que Francisco Camps no está sentado en el banquillo, la sentencia evidenciará que él se presentó absolutamente ‘dopado’ a las elecciones. Un hecho que ya quedó de manifiesto con la declaración del que fuera su número dos, Ricardo Costa, ante el magistrado José María Vázquez Honrubia.

Nunca antes un primer espada del PP había admitido que el partido hacía trampas, pero Costa, que se enfrentaba a siete años y medio de prisión, decidió dar un paso adelante y confesar. La antigua mano derecha de Camps explicó en el juicio que "era un sistema preestablecido de antes. Cristina Ibáñez (gerente) me dice que el vicepresidente del Gobierno Víctor Campos le hacía entregas de dinero que ingresaba en diferentes sucursales del banco con límite máximo de 3.000 euros.  Nos lo cuenta a Adela Pedrosa y a mí".

Y apuntilló a toda una generación de políticos populares diciendo frases como: 

"En 2006 Campos me lleva a su despacho y me muestra sobres donde hay dinero en efectivo y me comenta que es dinero de los empresarios que tienen relación de la administración que quieren colaborar y que eso es un encargo de Camps y de Cotino. El encargo procede del presidente Camps y del conseller Juan Cotino”.

"es un encargo de Camps cobrar con facturas falsas".

"Las decisiones más importantes las tomaba el presidente del PP, el señor Camps. Es cierto que las elecciones se pagaron con dinero negro".

Parte III

Y como si de una saga de películas se tratara, la ‘semana infernal de Camps’ tiene una tercera parte. El jueves el expresidente deberá volver a declarar en el juzgado de Instrucción número 17 de Valencia. Allí se instruye otro caso relacionado con la Fórmula 1. En concreto la que hace referencia a los ‘chanchullos’ con las empresas que lo construyeron. Como en Taula, los investigadores creen que “las mordidas volaban”.

En este caso, el fiscal Anticorrupción cuenta con un invitado estrella, otra vez Ricardo Costa. El exsecretario general de los populares valencianos  ha decidido seguir colaborando con la Justicia, aunque ello suponga que parte de sus excompañeros de partido terminen entre rejas. De hecho, dicha declaración ha llevado a la juez a citar como imputados a los dos cargos populares que se han sentado en el banquillo con Costa en la Audiencia Nacional, el ex vicepresidente Vicente Rambla y el que fuera mano derecha en el partido de Costa, David Serra. Todos, junto a Camps, declaran este jueves.

En el caso de la Fórmula 1, la declaración de Ricardo Costa es lapidaria pues afirma que las empresas FCC y Hormigones Martínez abonaron mordidas para lograr obtener los contratos en la construcción del circuito. 

Y cita nombres como en FCC donde dice que fue José Mayor Oreja, el hermano del exministro de Interior Jaime Mayor Oreja, quien pagó "un fajo de billetes de 500 euros (150.000 euros) por la Fórmula 1 y para ayudar al partido en las elecciones de 2008”.