El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. EFE/Archivo



Bárcenas será la prueba de fuego de Mariano Rajoy y no la crisis. Es posible que el líder popular no pudiera prever esto cuando dio su apoyo al extesorero tras ser implicado en la Gürtel y le mantuvo protegido bajo el ala de Génova. Ahora, el PP ha retrocedido a 2008, cuando su líder estaba en cuestión, aunque es más visible el desgaste de su número dos, María Dolores de Cospedal, hacia la que se dirigen buena parte de las críticas internas. Desde Aguirre hasta uno de los hombres más próximos a Rajoy, Alberto Núñez Feijóo y pasando por Luisa Fernanda Rudi, José Antonio Monago o Juan Vicente Herrera. A algunos de los pesos pesados de la formación no ha gustado cómo se está intentando desactivar esta bomba de relojería que es Bárcenas.

La contundencia de Aguirre
Esperanza Aguirre, una de las voces más críticas desde el comienzo del escándalo, ha puesto su objetivo en Cospedal sin misericordia. Hoy, la SER cuenta, citando a fuentes populares, que la expresidenta madrileña dedicó a la secretaria general del partido calificativos como “imbécil”, en el Comité de Dirección del PP de Madrid, celebrado el pasado 6 de febrero.

Vicente Herra y "el mensajero"
Este miércoles, los ciudadanos, quienes, según un sondeo de El País, en un 79% creen que Bárcenas tiene razones para chantajear al PP, habrán confirmado su pronóstico, con el anuncio de la mansa demanda civil del partido contra su anterior tesorero. Pero los dirigentes críticos dentro del PP se habrán quedado de piedra, después de que pidieran una actuación contundente contra el exsenador.

Un mes después de que uno de los pesos pesados del partido, Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León, pidiera al PP que diera “todo su apoyo” a la Justicia y que investigara a fondo el caso Bárcenas, además de advertir de que “no hay que matar al mensajero”, Génova anuncia, por medio de un comunicado, que ha presentado una demanda precisamente contra “el mensajero”, el diario El País, que publicó los conocidos como papeles de Bárcenas, sobre la contabilidad paralela del PP y los sobresueldos en negro a altos cargos, incluidos Cospedal y el propio Rayoy. Una demanda, por cierto, que la dirección del partido no ha expuesto a los medios de comunicación y en la que hay una débil mención al extesorero, al que se menciona como el “el autor de los falsos papeles publicados que, según dicho medio de comunicación, es Luis Bárcenas, aunque él lo haya negado públicamente”. Ayer, el número tres del PP, Carlos Floriano, defendió en 13TV que la demanda sí va contra Bárcenas, pero la inexactitud de la redacción de la propia denuncia salta a la vista.

Núñez Feijóo pidió investigar "a fondo"
En el mismo sentido que Herrera, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo consideró que lo conocido es un asunto "grave" en el que "el partido tiene que actuar". "Investigar y auditar, investigar a fondo y auditar a fondo", subrayó.

Demandas particulares de históricos del PP
La nota del PP, de ayer, anunciaba, además demandas de Javier Arenas, Ángel Acebes, Jaime Mayor y Rodrigo Rato. El líder del PP finalmente no demandará a Bárcenas, como ya se había adelantado, mientras Cospedal lo hizo a mediados del mes pasado: una demanda civil en defensa del honor contra el antiguo responsable de las cuentas de los populares y contra la sociedad editora del diario El País.

La gestión catastrófica de esta crisis
La crisis provocada por el caso Bárcenas no se ha podido resolver de peor manera. El PP empezó negando cualquier relación laboral con Bárcenas y ha terminado admitiendo irregularidades en su contratación a partir de 2010. Cospedal ha pasado de la vehemencia al nerviosismo evidenciando que esta crisis la ha superado. Su afirmación, el pasado, en rueda de prensa en Génova, de que se había hecho “una simulación” de contrato al extesorero fue más que desafortunada. La muestra del cambio generado en la secretaria general es que ya son dos las ocasiones en las que ha cancelado la habitual rueda de prensa de los lunes, tras la reunión de la directiva del partido.

El toque a Cospedal
La número dos del partido intentó desmarcarse en un primer momento de Bárcenas y los suyos se dieron a la tarea de convencer a los medios de que había sido precisamente ella quien había intentado parar a Bárcenas, sin cuidar la imagen de las direcciones anteriores del partido. Como adelantó ELPLURAL.COM, desde Moncloa salió el “toque” a Cospedal, para advertirle que no podía poner en riesgo la imagen de Rajoy, miembro de la cúpula popular en etapas anteriores, lo que obligó a la secretaria general a cambiar su estrategia y dar la cara por los equipos directivos anteriores.

¿Posible lavado de cara, nuevamente?
Por ahora, Rajoy se mantiene agazapado detrás de Cospedal, a la que, por ahora, no ha retirado su apoyo. Pero el líder del PP es un experto en los lavados de cara del partido para aparentar una falsa lozanía que él no encarna. Ya lo hizo en 2008 con la renovación que abrió la puerta a la propia Cospedal, a Soraya Sáenz de Santamaría, entre otros. Según afirma hoy El País, que cita a dirigentes del partido, el heredero de Aznar puede anunciar cambios en el PP y, también, en su Gobierno. Pero es difíci que de esta crisis salga, nuevamente, limpio.