El partido ultraderechista La Falange ha realizado una curiosa propuesta a raíz del referéndum en Tortosa para decidir el destino del monumento franquista que conmemora la batalla del Ebro. En un comunicado, La Falange se ofrece a pagar a Raül Romeva, “conseller de Exteriores catalán”, un viaje para que se reúna “con el departamento de memoria histórica del Estado Islámico”.

“Por lo menos ellos, sin marear al personal, hacen lo mismo que pretenden en Tortosa pero de forma mucho más económica: sólo con mecha, dinamita y un buen equipo de televisión para vender tan ‘valiente acción’”, señala La Falange, que enmarca su idea dentro de las “estupideces de los políticos […] que pagamos todos de nuestro bolsillo”.

“Incluso, quizás no haga falta ni viajar a Siria o el norte de Irak”, continúa el comunicado, “quién sabe si no tienen ya delegaciones en Tortosa, Reus, Barcelona, Santa Coloma de Gramanet o Hospitalet del Llobregat”.

Según el partido de ultraderecha, la consulta sobre el monolito es “otra más de esta nefasta y rencorosa ley de la memoria histórica” y sólo busca inocular “artificialmente odio contra la España que luchó en el bando Nacional: esa España que supo luchar, morir y vencer para traer Patria, Pan y Justicia, sobretodo (sic) a los que por falta de Pan y Justicia renegaban de la Patria”.

“Hoy, los mismos que ostentan el poder, siguen robándonos el Pan y la Justicia consiguiendo que muchos vuelvan a renegar de la Patria” señala el comunicado. Y concluye que “no somos más que borregos conducidos a dónde nos quieran llevar”.