El ex ministro de Justicia, José María Michavila, retratado por Luis Marchal.



Fue ministro de Justicia con José María Aznar. En 2006 se apeó del viaje de la política, que había comenzado en 1993. José María Michavila impartirá este jueves una conferencia en el Círculo Ecuestre, en Barcelona, titulada Prim: la monarquía útil, en calidad de profesor de Historia Contemporánea y de letrado del Consejo de Estado.Cierra de esta manera un ciclo de charlas, Prim: catalanizar España desde la modernidad, impulsado por la Sociedad Bicentenario General Prim 2014 y que abrió en octubre el historiador Emilio de Diego, dedicado al único catalán que ha presidido el Gobierno de España. En un encuentro con ELPLURAL.COM, Michavila, que pertenece a dicha asociación, destaca que Prim “era muy catalán y al mismo tiempo muy español” y su capacidad para alcanzar el consenso. Asimismo, señala que “España es un país en el que sobran políticos y faltan empresas”.

Acercar el trabajo del diputado
Michavila huye de la polémica. Cuando trata con la prensa, recuerda que está retirado de la política. En ese sentido, realiza declaraciones más cercanas a la teoría política que a la actualidad. Se aferra a su condición de profesor de universidad más que a la de exministro. En su conversación con ELPLURAL.COM, Michavila enseguida habla de pensamiento político. Expone que la era contemporánea ya ha acabado, que “hace falta revitalizar la democracia, haciéndola más transparente”. A su juicio, a la política hay que ir con experiencia profesional previa, como la que él poseía, y sin ánimo de ganar dinero en su ejercicio. “Hay que acercar el trabajo del diputado a los electores y acercar los votantes a las personas que eligen. La circunscripción unipersonal sería una vía, pero hay que cumplimentarla con el Senado”, opina.

La generación que mejor ha vivido
Igualmente, Michavila, de 53 años, describe que cambia el modelo económico. “Somos la generación que mejor hemos vivido”, dice en alusión a la suya. Lamenta que “vivimos de prestado”, por haber gastado más de lo que ingresábamos. “Se tiene que acabar la cultura de gastar más de lo que se tiene. Vamos en esa dirección. Se acabó la cultura de vivir de prestado”, analiza.

Democracia y bienestar van unidos
Según Michavila, “la edad contemporánea es la edad democrática y en ella vivió Juan Prim y Prats, que luchó por la democracia”. Añade que la democracia no es algo que se conquista simplemente, sino que hay que “renovarla” cada día. Po ello, se necesita debate, alternancia y consensos básicos. “Donde ha habido democracia [asentada], ha habido bienestar y crecimiento económico”, expresa, mostrando su convencimiento de que democracia y bienestar van unidos. “Por lo general, el mapa de la pobreza y la riqueza enseña dónde se construyeron instituciones sólidas”, matiza.

El único catalán que ha presidido el Gobierno
De Prim, Michavila asevera que es el único catalán que ha presidido el Gobierno de España. “Es verdad que Estanislao Figueras y Francisco Pi y Margall eran catalanes, pero fueron presidentes del Poder Ejecutivo de la I República, es decir, jefes de Estado”, reconoce. “Prim era muy catalán y al mismo tiempo muy español”, comunica. Detalla que era amante de su tierra, su lengua y defensor de sus señas de identidad. Del mismo modo, que se sentía muy español y actuaba como un patriota español. La Sociedad Bicentenario General Prim 2014, de la que también forma parte José Bono, ha editado recientemente un libro sobre los discursos de Prim.

Necesidad de nuevos pactos de convivencia
Sobre la situación actual que vive España, Michavila asume que estamos en “un momento de incertidumbre”, en el que hacen falta “nuevos pactos de convivencia”. Indica que el primer gran consenso, que fue muy efímero, se dio en nuestro país en 1812. Critica que tradicionalmente “el gran olvidado de España era el pueblo” y que Prim fue un líder que lo tuvo en cuenta y que logró hacer consenso. Informa de que Prim le dedicó muchas horas al diálogo, al consenso y al entendimiento en un proyecto común. “Cuando matan a Prim, en 1870, matan la posibilidad de consenso”, resume. Después, hubo más consensos, como la Restauración ligada a Antonio Cánovas del Castillo o los Pactos de la Moncloa con Adolfo Suárez.

Por un jefe de Estado apartidista
Respecto a “la monarquía útil”, Michavila elogia que fue útil para acabar con la esclavitud y para acabar con los señores feudales. Una segunda época útil fue para asentar democracias en algunos casos como, entre otros, Noruega, Holanda o España. “El tema es que la monarquía tiene que ser útil. En nuestro país, lo fue en la Transición. El que haya un jefe de Estado apartidista y que la institución sea estable es bueno”, comenta.

“Un país muy potente de emprendedores”
“España es un país en el que sobran políticos y faltan empresas”, reflexiona Michavila. Explica estas palabras, que se pueden malinterpretar fácilmente. “La vida política influye demasiado sobre las grandes empresas de este país”, aclara. Halaga que España “es un país muy potente de emprendedores”. De hecho, ante las dificultades, “hay mucho emprendedor que está saliendo fuera a exportar”. Sostiene que una de las cosas “que nos salvan” es que hay un conjunto de grandes empresas que se han diversificado, muy presentes en mercados como el de América Latina o el de Asia, por ejemplo. Hace hincapié en que, “hoy, la clave es la diversificación”. Lo que reprocha es que “hay demasiada dependencia del regulador; del sector local, del autonómico y del estatal”. Esto al final “tiene que ver demasiado con la cuenta de resultados”, critica. El papel del Estado, de acuerdo con sus palabras, es el de “control”.