Aún no se había producido el intento de golpe de estado por parte de seguidores de Donald Trump con su asalto al Congreso, cuando el que fuera el estratega del presidente saliente y el enemigo número uno del Papa Francisco, Carlo María Viganò denunciaban una conspiración de Bergoglio y Biden para hacerse con el poder en Estados Unidos.

Steve Bannon, quien fuera el asesor de Donald Trump en sus primeros meses como inquilino de la Casa Blanca, entrevistó en The National Pulse al exarzobispo italiano, Carlo María Viganò. El ex nuncios e autoproclamó como enemigo público número uno del Papa Francisco, llegando, incluso, a cuestionar su elección.

Durante la conversación, ambos deslizaron y denunciaron una conspiración a gran escala entre el Vaticano y Joe Biden para hacerse con el poder de Estados Unidos y, así, sacar a Donald Trump de la Casa Blanca. Una conspiranoia que se suma a las constantes acusaciones infundadas del presidente saliente de “fraude electoral” y que han constituido el caldo de cultivo de la invasión del Capitolio por parte de seguidores trumpistas.

 Es evidente que Bergoglio considera a Trump como su principal adversario, el obstáculo que debe ser eliminado para que el Gran Reajuste pueda ser puesto en marcha

“La sumisión de Bergoglio a la agenda globalista es evidente, así como su apoyo activo a la elección de Joe Biden”, denuncia Viganò. El Papa Francisco destituyó al arzobispo italiano tras su incompetencia para gestionar los escándalos sexuales del excardenal McCarrick. “Es evidente que Bergoglio considera a Trump como su principal adversario, el obstáculo que debe ser eliminado para que el Gran Reajuste pueda ser puesto en marcha”, señala el polémico sacerdote.

Según Viganò, Bergoglio y Biden están “subordinados a la ideología globalista y su perversa, inhumana, anticristiana e infernal agenda”. Además, acusó al Papa de controlar un “proyecto masón-globalista” e instó a los católicos de Estados Unidos que no se quedasen quietos y apoyasen a Trump para detener “el chantaje” a los valores cristianos.

“Todos los líderes del mundo hablan con impunidad del Nuevo Orden Mundial. La conspiración existe”, desliza el sacerdote. Viganò da un paso más en sus conspiranoias y vincula la renuncia de Benedicto XVI con la “mafia de San Galo”, un grupo cercano a la doctrina aperturista del Concilio Vaticano II y que trabajó para “instaurar la primavera de la Iglesia”.

Hay un grupo de conspiradores que han trabajado y siguen trabajando en el corazón de la Iglesia para los intereses de la élite”, sentenciaba el ex arzobispo, quien además desliza que “no dudarán en obligar a dimitir a Bergoglio, como hicieron con Ratzinger, si no obedece sus órdenes”. “Quieren transformar el Vaticano en una casa de retiro para papas eméritos, demoliendo el papado y asegurando el poder. Es exactamente lo mismo que sucede en el estado profunde, donde, como ya he dicho, Biden es el equivalente a Bergoglio”, zanjó.