El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, regresó el pasado lunes a la Casa Blanca después de estar ingresado en el Hospital Militar Walter Reed, en Maryland, tras haber contraído el coronavirus. Tal como informa el último parte médico oficial, Trump lleva 24 horas sin síntomas de coronavirus y ha desarrollado anticuerpos contra el virus.

Todo esto surge un mes antes de la celebración de las elecciones en Estados Unidos y la competición entre Trump y Biden para conseguir la presidencia. De ahí que la celebración del debate el próximo 15 de octubre todavía está en duda, aunque el candidato demócrata ha sentenciado que no se debería llevar a cabo si el actual presidente continúa infectado.

Su salida del centro hospitalario fue muy sonada, ya que regresó a la Casa Blanca en avión y donde se le pudo ver notables síntomas de la enfermedad. También se le reprochó que se quitase la mascarilla para posar a cámara en su "llegada triunfal2, tal como aseguraron muchos en las redes sociales. Además, volvió a restarle importancia al virus, comparándola con “una gripe” en las redes sociales. En este sentido, Twitter le advirtió por difundir “información engañosa” y Facebook eliminó directamente el mensaje.

Mientras Trump sigue sin darle importancia al virus, ya hay una treintena de miembros de la Administración contagiados, siendo el último en conocerse el asesor presidencial Stephen Miller.

Al poco de aterrizar en la Casa Blanca, Trump remarcó: "Me siento muy bien, hace dos días que me siento genial, mejor que desde hace mucho tiempo, lo dije recientemente, me siento mejor que hace 20 años". "Somos el mejor país del mundo. Volveremos, volveremos al trabajo, volveremos al frente y vuestro líder hará eso. Sé que es peligroso también, pero tengo que hacerlo. Nadie es un líder sin hacer lo que yo hice. Sé que es un riesgo, que es peligroso, pero está bien" y terminó insistiendo.