La subida del salario mínimo en Australia es una cuestión aderezada con críticas contundentes al actual Gobierno de Scott Morrison del partido de la oposición en políticas salariales, empleo, salud, vivienda, y la falta de interés sobre las grandes inquietudes de los aborígenes. Todo en un contexto electoral por unos reñidos comicios que tienen lugar este sábado.

Jacqueline Malley, analista del matutino The Sydney Morning Herald, siguiendo los pasos de Anthony Albanese, abanderado del partido laborista, puso el acento en las retribuciones de los más necesitados en distintas conferencias de prensa, discursos y coloquios, remarcando que no se podía vivir con salarios míseros en tiempos de inflación galopante.

Acto seguido, el líder del partido de la oposición dijo que la única forma de levantar cabeza a los más golpeados por la inflación rampante era decretar un aumento salarial del 5,1%. Una decisión que sorprendió a propios y extraños. Sin tiempo que perder la prensa conservadora y parlamentarios de la bancada gubernamental pusieron el grito en el cielo, diciendo que era una locura escuchar al líder laborista.

Los periodistas abordaron enseguida a Kim Chalmers, del partido de la oposición, encargado de asuntos financieros, quien se mostró más cauto diciendo que sería una cuestión que se resolvería sin ningún problema.

El Gobierno rechaza las propuestas de la oposición

Por lo que atañe al salario mínimo y, concretamente, sobre la sugerida subida del 5,1 % que reclamó el líder del partido laborista, el ministro federal de Empleo de Australia, Damien Tudehope, dijo este viernes en la cadena nacional de ABC que el Gobierno se mantiene al margen de los aumentos salariales y añadió que es una cuestión puramente controlada por una Comisión especial que regula las retribuciones.

Por otro lado, el primer ministro, Scott Morrison, en sus intervenciones en la prensa, ha criticado rotundamente al líder de la oposición, después que al comienzo de la campaña electoral cometiera un desliz, en conferencia de prensa, olvidando el dato del desempleo en Australia.

Morrison también contestó a las acusaciones de la oposición, que critican los últimos gastos de cientos de miles de dólares en subvenciones a las circunscripciones electorales donde el partido del Gobierno tiene mejores perspectivas en las elecciones de este sábado. Según el primer ministro, estos desembolsos de fondos públicos se justifican porque los diputados de la coalición gubernamental “conocen muy bien las necesidades de la gente”.  

Un sistema neoliberal de 30 años

Ross Gittins, escritor y analista especializado en temas económicos, comentó en 9NEWS que, “para elegir al próximo gobierno habría que plantearse qué ofrecen los aspirantes a gobernar. Conocer si son mejores o peores las políticas de un partido o del otro”.

En su ensayo, Gittins también propone, que la pobreza en este país no es desafortunada o calamitosa, pero un hecho ineludible de la vida, si no se atienden las necesidades de la gente común. O, dicho de otra forma, que si hay pobreza en Australia es causa de políticas que dictan las autoridades. O, como dijo el exdecano de medios de comunicación australianos Kerry O'Brien, echar la culpa de políticas de marginación a que han estado sometidas más de dos millones familias que viven bajo el umbral de la pobreza.

En todo caso, y tirando del hilo sobre asuntos financieros, el analista Ross Gittins comentaba en el periódico The Age de Melbourne que, cuando los gobiernos logran encaminar su política, en pro de los intereses de la clase empresarial, entran en una dinámica reforzando el reinado de un sistema neoliberal, que lleva coleando durante más de 30 años.

Finalmente, en alusión a la cita electoral del sábado dijo que los ciudadanos deberían votar a los políticos dispuestos a repartir los beneficios del sistema financiero.

Escalas salariales de los políticos australianos

Los salarios de los políticos se rigen de acuerdo a las deliberaciones del tribunal de remuneraciones y no solo se encarga de los parlamentarios, sino que también es responsable de la paga de los jueces de la circunscripción federal.

El estipendio anual de los parlamentarios, es de 211.250 dólares australianos al año que, al cambio serían alrededor de 141.164 euros al día de hoy. Y, por su parte, el primer ministro recibe 550.000 dólares que al cambio suman 367.470 euros al año.

Aparte, reciben amplias dietas y concesiones para viajar al extranjero en avión y en coche por todo el territorio nacional así como empleados o asesores a su servicio que se encargan de preparar la agenda de trabajo de sus señorías parlamentarias.

Los aborígenes, silenciados

El reportero Jack Latimore informa de que organizaciones aborígenes han criticado duramente a la clase política australiana, guardando silencio a lo largo de las cinco semanas de campaña electoral. 

Pat Turner, dirigente del Concilio encargado de reducir la brecha que existe en instituciones encargadas de la salud y la educación, dijo que era deplorable el comportamiento de la clase política mirando por sus intereses, y dejando a un lado programas de ayuda que los nativos necesitan de inmediato. No es de extrañar, pues, añadía Turner, que los blancos de este país tengan expectativas de vida de más de nueve años comparando con los nativos australianos.

Sin embargo, esta misma tarde el líder de la oposición, Anthony Albanese, salió en televisión defendiendo lo que se ha dado en llamar el manifiesto desde el corazón. Un tratado que proclama una nueva nación y una nueva voz en la constitución australiana.

Finalmente, fuentes de la cadena nacional de la ABC sostienen que los últimos sondeos de opinión sobre el resultado de las elecciones dan una victoria al Partido de la Oposición, aunque con escaso margen. En la última encuesta de Roy Morgan, el partido laborista llevaría ventaja con el 53% de respaldo electoral, mientras que el gobierno suma el 47 por ciento. Sin embargo, Morgan, director de la firma encuestadora, dijo que los últimos días de campaña serían cruciales para que los laboristas ganen las elecciones.

En contexto, las noticias de última hora informan de que el gabinete ministerial que lidera Soctt Morrison, de forma clandestina, propuso aumentar considerablemente a casi el doble el programa de ayudas a países del Asia Pacifico. El periódico The Australian, destacó esta mañana que el monto de las ayudas rondaba los 2.810 millones de dólares australianos en lugar de 1.440 millones reconocidos. El gabinete del departamento de Seguridad Nacional rehusó el acuerdo diciendo que era muy costoso.

De acuerdo al matutino, algunos ministros del gabinete no compartieron la decisión del jefe del Ejecutivo. De acuerdo al departamento de Asuntos Exteriores, algunos parlamentarios de la bancada gubernamenta dieron el soplo al Departamento de Seguridad Nacional. Sin embargo, esta mañana el primer ministro, en su último día de campaña electoral dijo, categóricamente, que ninguno de sus ministros del gabinete ha estado envuelto en dar el chivatazo. A continuación, se negó a contestar más preguntas de los medios de prensa que le acompañaron durante su periplo.