La subyacente realidad americana del bipartidismo, compuesta por demócratas y republicanos que han ostentado históricamente el poder frente al resto, se puede ver amenazada por el desamor político de Trump: el empresario multimillonario Elon Musk.

El día 4 de julio, la antigua mano derecha del presidente de Estados Unidos expresó a través de X (Twitter) el deseo de querer formar su propio partido, que ha denominado como American Party (Partido de América), que trate como una alternativa para “devolver” la “libertad” a la ciudadanía americana. Al más puro estilo influencer, que como factótum de Twitter se le puede considerar, ese mismo día publicó una encuesta sobre si debiera hacer su propio partido político, trascendiendo de la repercusión social a una especie de reto viral.

El empresario lanzó una pregunta directa a sus seguidores: "¿Debemos crear el Partido de América?". Más de 1,2 millones de personas participaron en la encuesta y el 65% respondió que , respaldando la idea por una amplia mayoría. Además, reafirmó su intención con el contundente mensaje de que "¡en una proporción de 2 a 1, si quieres un nuevo partido político, lo tendrás!".

El Partido de América es necesario para luchar contra el Unipartido Republicano/Demócrata

Por el momento, no ha registrado ningún partido ante la Comisión Federal de Elecciones, aunque la prensa estadounidense señala que Elon Musk ya se mueve entre bastidores. Según estas informaciones, el de SpaceX y Tesla mantiene reuniones con asesores y estrategas políticos para dar forma a su propuesta. Fuentes cercanas al proceso aseguran que el plan pasa por activar un Comité de Acción Política (PAC), una figura legal que permite recaudar cantidades ilimitadas de dinero de particulares o empresas para campañas publicitarias, pese a no poder destinar fondos directamente a partidos o candidatos. El objetivo es medir fuerzas y construir una base de apoyo sólida antes de dar el salto formal.

"La forma en que vamos a resquebrajar el sistema unipartidista es utilizando una variante de cómo Epaminondas destrozó el mito de la invencibilidad espartana en Leuctra: fuerza extremadamente concentrada en un lugar preciso del campo de batalla", ha publicado Musk en su red social, haciendo mención al histórico líder militar griego conocido por sus tácticas innovadoras.

¿Musk como candidato?

Aunque no nació en Estados Unidos, Elon Musk, como ciudadano nacionalizado, tiene derecho a fundar o respaldar un partido político, tanto a nivel estatal como federal. Sin embargo, no puede postularse a la presidencia, un cargo reservado únicamente a ciudadanos nacidos en el país.

Su posible incursión en la política ha despertado el interés de formaciones como el Forward Party y el Partido Libertario. Andrew Yang, fundador del primero y también empresario, ha confirmado que ha mantenido conversaciones con Musk y su equipo: “Les dije ‘cualquiera que quiera retar al duopolio es mi amigo’”, declaró a Axios. Yang incluso se ha ofrecido a colaborar con Musk para identificar candidatos en distritos clave donde quiera competir contra los representantes actuales.

Por su parte, el Partido Libertario, la mayor fuerza entre las formaciones políticas minoritarias, busca atraer a Musk a sus filas por su afinidad en temas como la responsabilidad fiscal y la lucha contra el déficit. Su presidente, Steven Nekhalila, aseguró que junto al empresario podrían presentar candidatos “pro-libertad”, con perfil fiscalmente conservador, que sirvan como alternativa frente a los republicanos pues “han demostrado que no se puede confiar en ellos”, sentenció.

Su propuesta

Así, Musk se conforma con un “fantoche” que pueda condicionar y manipular siendo el presidente en la sombra. Está comprometido a apoyar a todos los candidatos a las primarias que desafíen el "gran y hermoso proyecto de ley" de Trump, como unificador de la oposición.

El multimillonario ha publicado los pilares ideológicos del "American Party", el cual recoge muchas de las obsesiones personales que Musk ya ha manifestado en múltiples ocasiones, sobre todo en su época más cercana a Trump.

Está articulado en torno a seis grandes ejes ideológicos, con un marcado enfoque tecnocrático, fiscal y contracultural. Uno de sus pilares más visibles es la libertad de expresión sin restricciones. Desde que compró Twitter (X), Musk ha convertido este principio en su bandera, denunciando lo que considera una “censura ideológica” impuesta por gobiernos, medios y plataformas digitales. Su partido defiende una libertad radical del discurso, incluso para opiniones impopulares o polémicas, como las que ya ha demostrado en el pasado, incluso a través de su Chatbot Grok.

En materia económica, el partido promueve una disciplina fiscal estricta y una fuerte reducción del gasto público, en línea con la crítica de Musk al “derroche irresponsable” del Estado federal. A esto se suma su apuesta por la desregulación energética, cuestionando los límites impuestos por la legislación medioambiental, pese a ser impulsor de tecnologías limpias como el coche eléctrico o la energía solar.

Otro eje clave es el desarrollo tecnológico sin frenos, con una confianza total en la innovación como motor de poder nacional. Musk plantea aplicar la inteligencia artificial de forma masiva, incluso en sectores sensibles como el militar.

En el plano social, defiende abiertamente el pronatalismo y alerta sobre el “colapso demográfico” de las sociedades occidentales, citando su propio ejemplo como padre de 14 hijos.

Finalmente, el American Party es presentado como una fuerza de centrismo pragmático, alejada de la polarización ideológica con la promesa de solución de prácticas, sin ataduras dogmáticas, en asuntos como inmigración, sanidad o control de armas.

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