En el día más importante de la Cumbre de la OTAN, se han plasmado en el Concepto Estratégico de Madrid los objetivos de la Alianza de cara a los próximos diez años, siendo los principales puntos clave Rusia -tildada como “la mayor amenaza para la seguridad” de los aliados- y los desafíos del sur, acrecentados por los ataques a Melilla y Ceuta y la situación actual del Sahel.

Con este telón de fondo, ha comparecido esta tarde del miércoles el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. "Tenemos que ser claro sobre los desafíos que representa Rusia, defenderemos a nuestros aliados con las normas del orden mundial, que no se basa en la violencia”, ha comenzado.

El incremento de ayuda a Ucrania a largo plazo, reforzar el apoyo político ante las posibles agresiones rusas hacia Moldavia, Georgia y Bosnia y Herzegovina; y tratar los desafíos del sur -apoyándose en el diálogo con Mauritania y Jordania-, son los deberes pendientes que ya se encuentran fijados en la agenda de la Alianza Atlántica.

En materia militar y de seguridad, la OTAN ha llamado a blindarse y reforzarse en el flanco oriental, que ahora mismo dispone de 40.000 efectivos. “Incrementaremos nuestra capacidad de respuesta. En total, serán 300.000 efectivos. Queremos tenerlo listo para el próximo año. Esto requiere que los aliados contribuyan y cumplan los compromisos establecidos". La mayoría de estos dispositivos se asentarán en la zona de los Balcanes.

“Nuestra relación con Rusia está en el peor nivel desde la Guerra Fría”

Cuando se cumplen más de cuatro meses de guerra en Ucrania, la OTAN posiciona en el centro de la mesa de discusión qué medidas tomar al respecto, tanto en muestras de apoyo con el pueblo ucraniano como a modo de sanciones contra Moscú.

En este sentido, Soltenberg ha lamentado que las relaciones con Rusia no siempre han estado al borde del precipicio, aunque la amenaza de guerra ya se preveía desde tiempo atrás. "La OTAN intenta tener una buena relación con Rusia desde hace décadas, y nuestro concepto estratégico de 2010 ya decíamos que era un socio, pero Rusia se ha apartado de la senda, se niega a trabajar y cooperar con nosotros. El uso de la fuerza militar contra Ucrania, y antes contra Georgia y la anexión de Crimea en 2014, dice que la guerra ya empezó antes. Este año hemos visto una escalada de la guerra. Nuestra relación con Rusia está en el peor nivel desde la Guerra Fría, pero la responsabilidad es de Rusia", ha subrayado durante la rueda de prensa.

Aún remarcando que la “mente abierta” y el diálogo son los principales activos de la OTAN, “no se puede llevar a engaño” las posturas adoptadas por Rusia. “Vladimir Putin quiere controlar lo que hacen determinados países y tenemos que apoyar a estos que son atacados por Rusia. Tenemos que garantizar que no hay riesgo que no se produce ninguna amenaza con ningún país miembro de la OTAN", ha advertido.

Es así como la Alianza Atlántica ha reconocido que se lleva preparando para un ambiente bélico del calibre actual desde 2014, cuando Rusia se anexionó la Península de Crimea y comenzó a replegar sus tropas en la región del Donbás. “Los informes de Inteligencia ya lo decían, nos informaban de que Rusia planificaba invadir Ucrania. Cuando ocurrió intentamos evitar que sucediera actuando con rapidez”, ha asegurado.