Fue el puerto comercial más importante de la Unión Soviética y ahora la ciudad de Odesa es el principal puerto ucraniano. Está en la lista de ciudades a punto de ser Patrimonio Mundial UNESCO. Enclavada en el mar Negro, esas aspiraciones internacionales de sus 1.017. 699 habitantes van a frustrarse porque, si nadie lo remedia, la tercera mayor ciudad de Ucrania y centro administrativo de la óblast de Odesa, será destruida en breve. Putin la ha puesto en la diana de su inmediatos y crueles objetivos para dejar a Ucrania sin salida al mar.

Si las tropas rusas toman este objetivo controlarán este principal puerto ucraniano y convertirán a Odesa en el “Hong Kong ruso” apoderándose de su puerto comercial, Con ello además impedirán que el país exporte sus cereales, la principal fuente de ingreso de Ucrania. A estas razones estratégicas y económicas, Rusia percibe el control de Odesa como una demanda histórica al tomar un enclave nudo de uniones y enfrentamientos entre rusos y ucranianos.

Fundada por un español

Su denominación popular como la ‘Perla del Mar Negro’ con su bellísimo y cuidado centro histórico, hace merecedora a esta ciudad de hallarse desde 2009 en la lista preliminar para ser nombrada Ciudad Patrimonio Mundial UNESCO. Fundada por el español José de Ribas, Odesa se desarrolló rápidamente. Alexander Pushkin la calificó como la “más europea de las ciudades rusas”. Cuando Europa estaba atrasada, los ciudadanos de Odesa contaban con calles pavimentadas, transporte público, electricidad, agua corriente, hospitales, universidades, ópera, bibliotecas públicas y numerosísimos avances tecnológicos y culturales.

Bella por dentro, bella por fuera

La ciudad ya era relevante desde la Edad Media por lo que cuenta con numerosas influencias artísticas y arquitectónicas. Odesa tiene una arquitectura muy peculiar y original en relación con el resto del país ya que está influida por el francés y el italiano. Ello le da un aspecto muy mediterráneo a la ciudad. Puede que Putin destruya no solo la ciudad sino también los anhelos de sus ciudadanos por este galardón que esperan desde hace años. Odesa es bella hasta en su subsuelo pues debajo de la ciudad esconde una gran red de pasajes subterráneos y laberintos como son sus catacumbas, consideradas como las más extensas del mundo con aproximadamente 2.500 kilómetros de redes de túneles.

Escalinata para cinéfilos

Fue en Odesa el sitio donde aconteció la sublevación de los marineros del Potemkin, hecho previo a Revolución de 1917 y que fue inmortalizado por Eisenstein en la escena de esa escalinata de la que muchos consideran la mejor película de la historia, El Acorazado Potemkin (1.925). Una escalera monumental, italianizante, como tantos otros monumentos del viejo tiempo de los zares. Tan importante fue esa escena en la historia del cine que más de 60 años después inspiró a Brian de Palma en Los intocables (1.987) cuando el grupo de agentes leales de Eliot Ness mantiene un tiroteo con los gángsters de Al Capone en una escalinata inmensa de una estación de ferrocarriles. También ha inspirado a Francis Ford Coppola en El Padrino y se ven imágenes parecidas en los Los Simpsons No extraña pues que hoy la escalinata de Odesa donde se produjo el ataque de los tártaros a los rebeldes sea un lugar habitual de peregrinaje cinéfilo.

Entre 1819 y 1859, la ciudad hizo la función de puerto franco lo que posibilitó un enorme y rápido desarrollo. Tras la derrota de la República Popular Ucraniana en la guerra de Independencia de Ucrania en 1921, la ciudad quedó bajo la influencia del gobierno comunista hasta 1991 que pasa a formar parte de la Ucrania independiente. Si nadie lo remedia, en pocos días, en pocas semanas, Odesa, la “Perla del Mar Negro”, pasará una nueva página de su historia, esta vez muy negra… Odesa no llegará a ser Patrimonio Mundial UNESCO, un sátrapa sin escrúpulos se lo impedirá.