33 años después volvió la Navidad a Chernóbil. Tras la catástrofe que asoló la ciudad, varios ciudadanos del zona poblada más próxima a la zona, la ciudad ucraniana de Prípiat, han decidido devolver la paz y la tranquilidad navideña a la devastada zona.

Los antiguos vecinos decidieron crear un árbol de navidad con una decoración que contaba con bolas, juguetes y sobre todo, fotografías de la infancia de algunos de los allí presentes. Un mensaje claro de pena y tristeza ante todo lo que allí se quedo.

La colocación del abeto se llevó a cabo en el centro de la localidad abandonada tras la mayor catástrofe nuclear de la historia. ​

Los primeros habitantes de Prípiat eran ingenieros, físicos y técnicos que llevaban a cabo tareas de trabajo en la planta atómica. Contaba con 50.000 habitantes y tuvo que ser evacuada, incluidos todos los áreas encontradas en un radio de 30 kilómetros sobre la central nuclear.

Un suceso sin precedentes que dejó a miles de habitantes afectados, de entre Bielorrusia, Ucrania y Rusia, donde existe un 70% de los 200.000 kilómetros cuadrados de terrenos contaminados. Una catástrofe que equivalen a 500 bombas atómicas como la que Estados Unidos lanzó contra Hiroshima.