Un hombre ha matado este lunes a al menos 13 personas en una escuela de Rusia situada en la ciudad de Izhevsk, en la República de Udmurtia; y ha dejado una veintena de heridos. El responsable de la masacre se ha suicidado después del ataque, según apuntan fuentes de la investigación. En el suceso han perdido la vida, dictan las últimas informaciones, al menos siete niños, dos vigilantes y dos profesores, además del portador del arma.

Las autoridades han confirmado que el principal sospechoso se ha quitado la vida poco después de que el Ministerio del Interior de Udmurtia haya indicado en un mensaje en su cuenta en Telegram que los agentes habían hallado en el interior del centro el cadáver del atacante.

Por su parte, el gobernador de la región, Alexander Brechalov, ha hablado de "tragedia". Asimismo, ha subrayado que el centro fue evacuado a raíz del tiroteo y ha agregado que las autoridades trabajan en la zona.

Tiroteos en Rusia

Por si la situación que atraviesa el país fuera insuficiente, esta nueva matanza reabre el debate de las armas en Rusia, como lo está en otras partes del mundo como Estados Unidos. Y es que lo ocurrido llega después del último suceso de estas características que tuvo lugar en el territorio, el pasado 26 de abril. Por aquel entonces, ocurrió en una guardería de Veshkayma, donde fallecieron tres personas.

Un año anterior tuvo lugar otro ataque de dimensiones similares contra la universidad de Perm que acabó con la vida de seis personas y un centenar de heridos. Ese mismo año se dio también un incidente similar en un centro escolar de Kazán. Este último se cobró la vida de nueve personas.

Símbolos nazis

El autor de la última masacre parece estar vinculado con la ideología nazi, según apunta un comité de investigación a la agencia de noticias Tass. Tal y como indica, el hombre habría llevado a cabo el ataque con una camiseta con simbología fascista -una esvástica roja- y un pasamontañas. Además, y según la revista Mash, en los cargadores del hombre aparecía la palabra “odio”.