A la vista de sus declaraciones en las semanas previas, se suponía que Mariano Rajoy acudía a Berlín dispuesto a plantarle cara esta vez a Angela Merkel para, más allá de las austeridad impuesta, reclamar políticas de crecimiento de los motores de la UE que ayuden a los países que más están sufriendo la crisis, como es el caso de España. Merkel aseguró que Alemania y España están de acuerdo en que el refuerzo del euro exige "más coordinación de políticas económicas" y "más solidaridad", pero alertó que también "más disposición de cada país a hacer sus deberes, tener cuentas sólidas y aumentar la competitividad". Rajoy dejó Berlín prometiendo más reformas.

¿En que posición negociadora acudió el presidente español para hacerse valer en Berlín? Un repaso a la prensa alemana tras la cumbre no deja lugar a dudas: presentan a un Rajoy muy debilitado por el escándalo Bárcenas y a una canciller condescendiente que ha tenido a bien sostener a su 'aplicado alumno' ante la crisis interna que está viviendo.

Un presidente español que necesita "protección"
Así, el Süddeutsche Zeitung apunta al apoyo de Merkel a Rajoy y resalta como a pesar de los trascendentales asuntos sobre la mesa, como el alarmante paro juvenil en España, las preguntas de la prensa se centraron "casi exclusivamente al escándalo de corrupción". "Los millones de dinero negro en cuentas suizas han perseguido al presidente español hasta Berlín", sentenciaba el diario.
 

Uno de los principales diarios germanos, el Frankfurter Allgemeine, presenta a un Rajoy protegido por Merkel ante sus problemas en España

 

 


En la misma línea, el Frankfurter Allgemaine Zeitung destacaba ya en su principal noticia de portada la "protección" que Merkel ofreció a Rajoy. "Que la canciller haya asegurado que los dos gobiernos van a seguir trabajando como hasta ahora responde a la pregunta de si estaba preocupada por la importante pérdida de autoridad de Rajoy", explicaba el artículo dedicado a la cumbre.

Rajoy lidia con la economía y "contra su crisis personal"
El resto de la prensa alemana también se hacía eco de la delicada situación interna de Rajoy. "El escándalo de supuestas cajas negras en el PP ha eclipsado la visita de Rajoy a Berlín", advertía el Handelsblatt, mientras que Die Welt reseñaba que "más allá de la economía, el presidente español lucha también contra su crisis personal" y explicaba a sus lectores que "la mayoría de los españoles no cree ni a Rajoy, ni a su partido".

El problema para España es que se supone que Rajoy no acudió a Berlín para ser sostenido por Merkel, sino para reivindicar su propia voz europea para negociar políticas de estímulo que ayuden a un país en el que los recortes han abundado en la contracción económica y en el aumento del desempleo.