El Gobierno de Israel va a retirar las licencias de actividad de 37 ONG que operan en Gaza al considerar que empleados de estas “estuvieron involucrados en actividades terroristas”. Entre estas organizaciones destaca Médicos Sin Fronteras (MSF).
Ha sido el Ministerio de Asuntos de la Diáspora Lucha contra el Antisemitismo de Israel, dirigido por Amichai Chikli, quien ha anunciado este martes en un comunicado citado por la agencia Associated Press que unas 25 organizaciones ya no podrán operar en Gaza a partir de enero de 2026. Justifican la decisión en que no han entregado información detallada sobre sus trabajadores palestinos, su financiación y sus operaciones en la Franja de Gaza.
Además, citan textualmente a Médicos Sin Fronteras, sobre la que aseguran que “personas afiliadas” a esta ONG estaban vinculadas a organizaciones islamistas palestinas “como la Yihad Islámica y Hamás”. Y señalan que MSF “no proporcionó información completa sobre la identidad y las funciones” de estas personas.
“El mensaje es claro: la asistencia humanitaria es bienvenida; la explotación de los marcos humanitarios con fines terroristas es inaceptable. Israel seguirá protegiendo su soberanía, a sus ciudadanos y la integridad de la acción humanitaria”, ha destacado Chikli, según ha recogido el diario The Times of Israel.
Respuesta de MSF
Ante esta información, Médicos Sin Fronteras ha proporcionado su primera reacción, asegurando que “se toma muy en serio las acusaciones de que su personal está vinculado a grupos armados”. “Como hemos dicho con anterioridad, MSF nunca contrataría a sabiendas a personas que participaran en actividades militares. Cualquier empleado que participara en actividades militares supondría un peligro para nuestro personal y nuestros pacientes. Hacer públicas tales acusaciones sin pruebas fundamentadas pone en peligro al personal humanitario y socava la labor médica que salva vidas”, ha indicado.
De la misma forma, señalan que de no tener el permiso para operar tendrían que cesar sus operaciones en un plazo de 60 días, lo que provocaría el cese de toda la ayuda que están realizando: “Esto impediría efectivamente a MSF operar en Gaza, donde prestamos apoyo a una de cada cinco camas de hospital y a uno de cada tres partos, lo que supondría privar de asistencia médica vital a cientos de miles de personas. Si se impide a MSF trabajar en Gaza, se privará a cientos de miles de palestinos del acceso a la atención médica”.