Con la devastadora situación que atesora la Franja de Gaza y los avances que consiguieron llevarse a cabo durante la tregua de la pasada semana, numerosos dirigentes y organizaciones internacionales han abogado por reactivar el armisticio y evitar que la catástrofe humanitaria vaya a más. Ha sido el caso del secretario general de la ONU, António Guterres, quien abogó por aplicar el artículo 99 de la ONU (una llamada de atención del secretario general al Consejo de Seguridad) y retomar el alto el fuego en la Franja de Gaza, además de reconocer que el ataque de Hamás del 7 de octubre no salió de la nada, sino que tiene una motivación contextual previa. Unas palabras que no han gustado nada en Israel y que han motivado que el ente sionista exija su dimisión. 

"El ataque de Hamás del 7 de octubre no sucedió en un vacío, sino tras 56 años de asfixiante ocupación militar israelí del pueblo palestino", expresó el secretario general de la ONU, además de abogar por el cese de la agresión en la zona y de sugerir la aplicación del citado artículo que lleva sin utilizarse desde la crisis de Líbano en 1989. "La permanencia en el cargo de Guterres es una amenaza a la paz mundial", ha sido la reacción israelí, concretamente, la de su titular de Exteriores, Eli Cohen. "Su petición de activar el artículo 99 y de pedir un alto el fuego en Gaza constituye un apoyo a la organización terrorista Hamás y un respaldo al asesinato de ancianos, el secuestro de niños y la violación de mujeres. Cualquiera que defienda la paz mundial debe apoyar la liberación de Gaza de Hamás", añadió, tachando abiertamente al secretario general de la ONU de apoyar el terrorismo, a pesar de ser exactamente la misma postura que han mantenido otros líderes del plano internacional, a los que Israel ha acusado precisamente de lo mismo.

Por su parte, el embajador del país ante la ONU, Gilad Erdan, ha acusado al secretario general de "rebajarse hasta un nuevo nivel de bajeza moral”. "Ha decidido activar esta cláusula inusual solo cuando le permite poner presión sobre Israel, que está combatiendo a los terroristas nazis de Hamás. Es una nueva prueba de la distorsión moral y de su sesgo contra Israel", ha escrito a través de X, antes Twitter.

Erdan ha afeado también al secretario su petición de un alto el fuego, en vez de exigir a Hamás que se rinda y entregue a los rehenes. "Eso terminaría la guerra. Vuelvo a pedir su dimisión inmediata. Naciones Unidas necesita un secretario general que apoye la guerra contra el terrorismo, no que actúe según el guion escrito por Hamás", ha añadido.

Un artículo apenas utilizado

El artículo 99 del documento fundacional de la Organización de las Naciones Unidas establece que el secretario general "podrá señalar a la atención del Consejo de Seguridad cualquier asunto que, a su juicio, pueda amenazar el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales".

La última vez que se utilizó fue en el marco de la guerra civil libanesa, en 1989. Es, a su vez, uno de los cinco artículos que asignan funciones al secretario general, en tanto que lo hace pasar de ser un funcionario puramente administrativo a uno con una responsabilidad política explícita. La aplicación de este artículo supone un llamamiento al Consejo de Seguridad, donde el sistema de veto permite a cualquiera de los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia) bloquear iniciativas.

Por su parte, la Liga Árabe ha sido testigo de cómo uno de sus miembros, Emiratos Árabes Unidos, ha presentado un borrador de resolución para pedir un alto el fuego para frenar la situación "apocalíptica y de castigo colectivo" que está sufriendo el pueblo palestino, tal y como la ha definido el comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk. Ahmed Abulgheit, secretario general del ente de los países árabes, ha suscrito estas declaraciones y ha señalado que interpreta el recurso a esta clase de herramientas tan excepcionales como un "reflejo de lo grave que es lo que está aconteciendo".

Estas últimas tiranteces entre Israel y Guterres vienen en momentos especialmente tensos con las Naciones Unidas. Esta misma semana, concretamente el martes, el titular de Exteriores israelí avisó que no renovaría el visado a Lynn Hastings, coordinadora humanitaria para los Territorios Palestinos Ocupados, por haber expresado que la ofensiva israelí estaba siendo desproporcionada y estaba dejando un elevado número de víctimas civiles.

"¡No volveremos a permanecer en silencio ante la parcialidad de la ONU!", expresó Eli Cohen en X al hacer el anuncio. Por su parte, Naciones Unidas ha lamentado esta decisión y ha argumentado que su coordinadora "actuó con independencia, neutralidad e imparcialidad en todo momento". No es la única dirigente que ha pronunciado discursos similares: el propio presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, constató que el número de civiles asesinados en Gaza era "insoportable" y abogó por el cese de las hostilidades, además de señalar la importancia de hacer esfuerzos para el reconocimiento del Estado palestino.