Este jueves, al menos ocho personas han resultado heridas en el norte de Israel debido al impacto de un proyectil anticarro lanzado por el grupo chií Hezbolá desde el sur de Líbano. Este incidente ocurre en un momento de alta tensión tras varios días de explosiones coordinadas de dispositivos de comunicaciones, atribuidas a Israel por el grupo armado.
Según los datos proporcionados por la emisora pública israelí, Kan, dos de los heridos han sido trasladados a un hospital en estado entre grave y moderado, mientras que los otros seis presentan heridas leves. Hasta el momento, las autoridades no han emitido un comunicado oficial sobre el suceso.
El ataque, que tuvo lugar en una zona montañosa de la región de Galilea, fue rápidamente reivindicado por Hezbolá. En un comunicado, el grupo afirmó que su objetivo era "una posición de soldados enemigos israelíes" y aseguraron que el ataque había sido exitoso, causando "muertos y heridos" según reportó la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada a Hezbolá.
Escalada de tensión en Oriente Próximo: Ocho heridos en Israel tras un ataque de Hezbolá
Antes de este ataque, el Ejército israelí había bombardeado "edificios militares" y un "almacén de armas" supuestamente utilizados por Hezbolá en el sur de Líbano. En respuesta a estas acciones, Hezbolá confirmó la muerte de una veintena de sus miembros, incluyendo a un adolescente, tras los ataques ocurridos entre este martes y miércoles, que dejaron un saldo de más de 30 muertos y más de 3.200 heridos.
Este reciente aumento de los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, un grupo apoyado por Irán y con significativa influencia militar y política en Líbano, ha generado preocupación sobre la posibilidad de una expansión del conflicto en Oriente Próximo. En este contexto, el Ejército de Israel presentó la semana pasada a Estados Unidos sus "planes operativos" respecto a Líbano, lo que indica la seriedad de la situación actual.