La Global Sumud Flotilla (GSF) ha confirmado este lunes que planea una nueva misión humanitaria a la Franja de Gaza para la primavera de 2026, con más de un centenar de embarcaciones y alrededor de 3.000 participantes provenientes de decenas de países. La organización realiza este anuncio tras la interceptación por parte de Israel de su última operación y en medio de un creciente número de víctimas en Gaza.
En su comunicado, la GSF ha subrayado que la misión representa “más del doble del tamaño de su intento anterior”, e incluirá una flota médica con más de 1.000 profesionales de la salud y buques equipados con medicamentos y equipos para reforzar la atención de emergencia junto a los equipos locales. La flotilla busca romper el bloqueo israelí, entregar ayuda vital, establecer una presencia civil no armada y apoyar la reconstrucción de la infraestructura destruida tras años de conflicto.
La última misión de la GSF, llevada a cabo recientemente, fue interceptada por el Ejército israelí en aguas internacionales, cuando nueve barcos, incluidos tres con nombres simbólicos como ‘Gaza Sunbirds’ y ‘Anas al Sharif’, intentaban llegar a Gaza. Los participantes, entre ellos médicos, periodistas y funcionarios electos, fueron retenidos por las tropas israelíes, y los barcos confiscaron ayuda humanitaria valorada en cerca de 95.000 euros. Según la GSF, la operación fue un “ataque e interceptación ilegal” y un desafío al Derecho Internacional.
El conflicto en Gaza sigue causando altas cifras de víctimas. Desde la entrada en vigor del alto el fuego el 10 de octubre - con en plan de paz de Estados Unidos-, las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, han registrado 405 muertos y más de 1.100 heridos, incluidos algunos fallecimientos recientes en zonas de las que se retiraron las fuerzas israelíes. Desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, los datos contabilizan más de 70.900 muertos y 171.000 heridos, muchos de ellos civiles y niños. La situación humanitaria es crítica, con el norte de Gaza declarado como zona de hambruna.
La GSF ha enfatizado la necesidad de intervención temprana de gobiernos y embajadas para garantizar la seguridad de los voluntarios y la entrega de ayuda humanitaria. "más que una simple entrega de ayuda, (...) representa un cambio importante hacia una presencia civil sostenida y especializada para trabajar junto a los palestinos mientras sobreviven a los continuos ataques del régimen israelí e intentan reconstruir la infraestructura civil básica destruida por dos años de genocidio", han adviertido sus organizadores.
La GSF ha explicado que los objetivos para primavera se organizan en torno a varios "mandatos explícitos e interrelacionados": ayudar a romper el asedio, confrontando "directamente el bloqueo ilegal que Israel mantiene en Gaza desde hace décadas; entregar ayuda vital, puesto que incluye "un componente humanitario a gran escala"; establecer una presencia protectora no armada, con el fin de "disuadir la violencia y documentar violaciones".
Con la misión de 2026, la flotilla pretende establecer un modelo replicable, liderado por civiles y basado en el Derecho Internacional, para apoyar de manera sostenida a la población palestina, mientras persisten los ataques del Ejército israelí y, al tiempo, se reconstruye la infraestructura devastada por estos últimos años de conflicto, que se han cobrado la vida de más de 70.000 vidas de civiles.