El Gobierno de Francia tiene la intención de hacerse con el control del 100% del capital social de la eléctrica EDF, según ha confirmado la primera ministra gala, Élisabeth Borne, durante un discurso en la Asamblea Nacional. "Les confirmo hoy que el Estado tiene la intención de controlar el 100% del capital de EDF", dijo Borne al exponer las prioridades del Gobierno, que actualmente controla el 83,88% del capital de la eléctrica.

Durante la campaña para su reelección del pasado mes de marzo, el presidente francés, Emmanuel Macron, había defendido la nacionalización de la compañía para reforzar la independencia energética francesa y su ambición de cero emisiones mediante la construcción de nuevas plantas nucleares.

"Seremos la primera gran nación ecológica en salir de los combustibles fósiles", afirmó la primera ministra francesa, para quien la emergencia climática exige decisiones contundentes y radicales.

Necesitamos tener el control total de la producción y de nuestro futuro energético, añadió Borne, subrayando que la pandemia demostró una excesiva dependencia de industrias extranjeras. "Ya no podemos depender del gas y el petróleo rusos", apostilló.

El reto de EDF

La empresa, en la que el Estado galo tiene actualmente prácticamente un 84% del capital, arrastra un pasivo de 43.000 millones de euros en un momento en el que se enfrenta al reto que le ha planteado Emmanuel Macron de poner un servicio a partir de 2035 seis nuevos reactores nucleares, con un costo estimado de al menos 52.000 millones de euros.

Además, serán necesarios unos 50.000 millones de euros adicionales para mantener en servicio el parque atómico actual, compuesto de 58 reactores, que generan normalmente el 70% de la electricidad del país, pero que en la actualidad producen un porcentaje notablemente inferior por las labores de mantenimiento y fallos detectados.

En este sentido, la primera ministra ha señalado que esta nacionalización permitirá a la compañía diseñar “proyectos ambiciosos”, insistiendo en que la transición energética pasa por la energía nuclear, “una energía descarbonizada, soberana y competitiva”.