El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado este miércoles un nuevo confinamiento general de la población para frenar la segunda ola de coronavirus a partir de este viernes 30 de octubre.

El segundo confinamiento será menos estricto que el vivió esta primavera, ya que se podrá ir a las escuelas y servicios públicos. Los franceses solo podrán salir de casa para trabajar, recibir cualquier tipo de tratamiento y acudir a urgencias. Por tanto, queda prohibido reunirse y moverse entre regiones salvo la vuelta al domicilio habitual.

"El virus circula en Francia a una velocidad que ni las peores previsiones imaginaron", ha dicho el presidente Macron. Los datos en Francia no dejan de empeorar. Hasta este miércoles, un 58% de las camas de los hospitales están ocupadas y se registran cada día cifras máximas de contagios. "El virus parece ganar fuerza a medida que las temperaturas bajan", ha asegurado el presidente.

Las medidas son "impopulares"

Tras una reunión urgente de gabinete y consultar con los principales líderes políticos y sociales, Macron ha anunciado la medida que ya había advertido de "impopulares"

"Hemos aprendido de las insuficiencias de la primera ola", ha asegurado. "Si no conseguimos frenar los contagios no podremos atender a otros pacientes como víctimas de accidentes de tráfico pronto", ha recalcado poniendo en el foco la presión hospitalaria. Macron ha asegurado que las nuevas medidas servirán para proteger a los mayores, a los niños, a los sanitarios, a los vulnerables y la economía.

Sin embargo, Macron ha pedido a los franceses que opten por el teletrabajo siempre que sea posible y eviten todo tipo de movimientos y reuniones innecesarias.