El primer ministro de Portugal, António Costa, ha dimitido de su puesto tras ser investigado por prevaricación y corrupción. El jefe del Gobierno luso se ha visto implicado en un escándalo de corrupción vinculado a presuntos tratos a favor a empresas relacionadas con el hidrógeno verde y dos minas de litio al lado de la frontera con Galicia.

Ha sido el propio Costa el que ha anunciado su renuncia en una comparecencia extraordinaria televisada, tras reunirse con el presidente de la República, Marcelo Rebelo da Sousa. Pero ya había suspendido su agenda oficial para este martes después de que la Fiscalía portuguesa llevara a cabo dichos registros y emitiera las citadas órdenes de arresto.

Esta dimisión llega tras una operación policial ordenada por la Fiscalía lusa en la que fue detenido el jefe de gabinete de Costa y registrada la vivienda oficial del mandatario. Se les investiga por supuestos delitos de prevaricación, corrupción activa y pasiva, y tráfico de influencias en negocios de litio e hidrógeno.

En su declaración, Costa ha dicho que la noticia de la apertura de una “causa criminal” contra su persona le sorprendió, pero ha afirmado estar “totalmente disponible para colaborar con la Justicia en todo lo que sea necesario para esclarecer toda la verdad”. Para justificar su dimisión, Costa ha dicho que estar encausado y ser primer ministro es “incompatible”, al tiempo que ha subrayado que se marcha sin cargo de conciencia alguno por la comisión de cualquier acto “ilícito” o “censurable”.

Ahora, el presidente de la república tiene en su mano la posibilidad de encargar un nuevo Gobierno al Partido Socialista, ya que tiene mayoría absoluta, o de convocar elecciones en Portugal.

Investigación de la Fiscalía

En un comunicado, la Fiscalía portuguesa había precisado que ha llevado a cabo el registro de “espacios utilizados por el jefe de Gabinete del primer ministro” y que varios sospechosos han hablado de la implicación de Costa en el caso. “Durante el curso de las investigaciones se puso de manifiesto que los sospechosos invocaban el nombre y la autoridad del primer ministro y su intervención para desbloquear los procedimientos. Dichas referencias serán analizadas de manera independiente en el ámbito de una investigación abierta ante la Corte Suprema de Justicia, por ser ese el foro competente”.

De esta forma, la residencia oficial de António Costa fue uno de los más de 40 lugares registrados este martes por la Policía en un operativo conjunto con la Fiscalía en el que se investigan negocios del sector del hidrógeno y el litio.

En concreto, la investigación se centraría en las minas de litio de Romano (en Montealegre) y la de Barroso (en Boticas), dos localidades del norte del país, justo al lado de la frontera con Galicia. En el caso del hidrógeno verde, se investigan proyectos en Sines, a 150 kilómetros al sur de Lisboa. La prensa portuguesa habla de valores de inversión en este proyecto que pueden superar los 1,5 mil millones de euros.

Las búsquedas de varias horas en las sedes de Medio Ambiente e Infraestructuras se ha saldado también con la acusación de quienes son sus responsables, Duarte Cordeiro Joao Galamba, respectivamente.