El jefe de los servicios de inteligencia estadounidenses, William Burns, ha señalado este jueves que no existen pruebas de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, esté enfermo.

"Por lo que puedo decir, está demasiado sano", ha dicho Burns durante el Foro de Seguridad de Aspen, antes de agregar que sus valoraciones "no suponen un juicio de (los servicios de) Inteligencia", tal y como ha recogido el diario estadounidense Politico.

Rumores sobre la salud de Putin

Han sido muchos los rumores que apuntan a que el estado de salud del líder ruso no es el óptimo. Sin necesidad de ir más lejos, el pasado mes de junio fuentes apuntaban a que Putin comenzó a encontrarse mal mientras hablaba con sus jefes militares después de sentir, presuntamente, “fuerte malestar, debilidad y mareos” al levantarse de su mesa y después de una sesión virtual de 90 minutos. Los sanitarios le confirmaron que necesitaba “asistencia médica urgente”. Las afirmaciones fueron reveladas por el Kremlin, según pudo constatar The Sun y aparecieron en el canal del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) a través de su Telegram.

Previamente, en el mes de mayo, una imagen volvió a disparar las especulaciones. En la instantánea se aprecia cómo el máximo mandatario ruso realiza un movimiento de pies extraño.

Así las cosas, durante meses las dolencias del presidente del país se han vinculado con el Parkinson, un trastorno cerebral que afecta a las habilidades motoras. De hecho, una de sus manifestaciones, es el conocido como síndrome de piernas inquietas, una necesidad incontrolable de mover las extremidades inferiores y los pies.

Otro de los motivos que dio Putin para que se generase preocupación fue el pasado nueve de mayo en las celebraciones del Día de la Victoria. En su intervención, Putin trasladó una imagen de firmeza, excepto cuando se dirigía a la Tumba del Soldado Desconocido para hacerle la ofrenda floral, que iba caminando muy lentamente, para supuestamente disimular una especie de cojera. También apareció en una fotografía con una manta en las rodillas.

La CIA afirma que no hay pruebas

Los hechos han ocurrido, pero es cierto que no existen datos contundentes que demuestren que Putin padece una enfermedad; por lo que, por el momento, todo se reduce a especulaciones.