A primera hora de este jueves, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha presentado su dimisión como líder del Partido Conservador, según ha publicado BBC. No obstante, el todavía premier negocia con los miembros de su formación permanecer en el cargo hasta el próximo otoño, cuando los tories celebren un cónclave que refrendará el nombre de su sustituto.

Johnson se rinde. Tras atrincherarse en Downing Street, los tories le han forzado a mostrar, al fin, la bandera blanca. Un alud de dimisiones en su propio gabinete ha estrechado el cerco sobre el premier, forzándole a renunciar. En las últimas horas, de hecho, su flamante ministro de Economía - ex titular de Educación, Nadhim Zahawi, publicó un comunicado a través de Twitter en el que le instaba a "hacer lo correcto".

El propio Zahawi, de hecho, se entristecía al comprobar que Boris Johnson "no escuchara" y, sobre todo, que "socavara" los logros que había obtenido su Administración "a última hora", entre los que incluye el Brexit, la exclusión de un "peligroso antisemita", en clara alusión a Jeremy Corbyn, o la gestión de la "crisis del coronavirus". Paradójicamente, esta última marcó un antes y un después en la vida política del aún primer ministro, pues el sumatorio de escándalos abrió la veda entre los tories para exigir su cabeza. 

Así las cosas, su ministro de Finanzas entiende que Reino Unido "merece un Gobierno que no sólo sea estable", sino que base su línea de actuación en la "integridad". Según informan medios británicos, el movimiento de Zahawi fue correspondido por la ministra del Interior, Priti Patel, y el secretario de Estado de Transportes, Grant Shapps, quienes se personaron el miércoles en Downing Street para reconducir al premier y pedirle su dimisión. 

Un mensaje a la nación

El primer ministro del Reino Unido se dirigirá este mismo jueves a los ciudadanos de Reino Unido. Así lo ha confirmado un portavoz de la oficina del premier, aunque no ha concretado el contenido del discurso. 

Por su parte, según publica The Guardian, diversas fuentes indican que Boris Johnson ya le habría trasladado su decisión al presidente del Comité 1922 - el grupo parlamentario del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes -, Graham Brady. Precisamente con el líder de los tories habría pactado, según informan desde Reino Unido, su renuncia como líder de la formación y su dimisión en diferido como primer ministro del Reino Unido. De esta manera, Johnson aguantaría en Downing Street hasta la llegada del otoño, antes del cónclave tory que encumbrará a su sustituto. 

La identidad de su relevo es todavía una incógnita. Sin embargo, la rumorología, que lleva días engrasando su maquinaría, ha señalado a la que fuera su predecesora en sendos cargos, Theresa May

50 dimisiones en menos de 48 horas

La victoria en la moción impuesta por sus propios compañeros de partido no le han asegurado un final de mandato placentero, sino que ha amplificado la presión a la que los tories -amén de la oposición- le han sometido. El premier ha perdido la "confianza" de los suyos y así se lo han hecho saber estos últimos días, con un goteo de dimisiones que ha superado con creces el récord de renuncias en un sólo día -el anterior estaba en seis-.

Desde el martes, miembros de su gabinete han presentado sus respectivas dimisiones paulatinamente. Un goteo de renuncias que ha continuado este mismo jueves, con las de varios secretarios de Estado y el ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis. En suma, más de 50 cargos han huido del inestable castillo de naipes de Johnson, obligando al debilitado premier a salir de su parapeto en Downing Street.