Primero fue la OTAN y ahora lo replica la Casa Blanca. En el marco de una reunión del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, con el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, se trasladó toda la presión a España para elevar el gasto en Defensa al 5%, semanas después de aprobar el plan para incrementarlo al 2% y cumplir con el compromiso adquirido por la Administración de Mariano Rajoy en 2014. El jefe de la diplomacia española reclamó a su homólogo que valoraran el “enorme esfuerzo” que ha hecho el Ejecutivo, remarcando que la Alianza Atlántica debe “centrarse en las capacidades”.

Albares viajó a Washington este jueves para mantener un primer encuentro con Rubio. Cita que, según recalcó el español, transcurrió en “tono muy cordial” e intercalando el castellano con el inglés, habida cuenta del origen hispano del secretario de Estado de Trump. Ambos han abordado cuestiones diversas, entre otras, la próxima cumbre de la OTAN en La Haya, pero el foco se situó sobre el gasto en Defensa. Y es que Estados Unidos se ha sumado a las presiones de la Alianza para que España sea más ambiciosa en la partida militar, subiéndolo del 2 al 5% del PIB.

En declaraciones ante los medios de comunicación, Albares explicó que puso en valor el “esfuerzo de España para alcanzar ese 2%” del gasto militar, así como el que hace con la seguridad del Flanco Este, donde tiene desplegados a 2.300 soldados. Se trata del mayor despliegue de su historia en Defensa que ayuda, además, a garantizar la seguridad de todos los europeos. El jefe de la diplomacia española ha admitido que sobre este asunto ha habido “un intercambio” en el que se han expresado con “mucha claridad” sus respectivos puntos de vista.

5% del PIB

Albares ha insistido en que “ha sido un esfuerzo enorme” alcanzar ya el 2% del gasto en Defensa, reorientando el debate hacia las “capacidades”. Una línea que ya argumentó la ministra del ramo, Margarita Robles, en Bruselas esta misma semana, quien consideró un “error” poner el foco sobre los porcentajes antes de hablar de lo que se necesita para blindar la seguridad europea.

Aun con todo, Albares asegura que no ha habido “peticiones concretas” por ninguna de las dos partes, reduciendo el encuentro a una primera toma de contactos entre dos aliados. “Ha sido más un intercambio en el que hemos coincidido en muchos puntos y en otros hemos expuestos nuestros puntos de vista”, precisó el ministro de Exteriores. No obstante, su homólogo estadounidense se jactó en X – antes Twitter – de haber “instado a España a unirse a los Aliados en la dedicación del 5% del PIB a la defensa”.

Tono “cordial”

Disquisiciones presupuestarias aparte, se abordó también la guerra arancelaria planteada – y suspendida – por Donald Trump sobre la Unión Europea y otros tantos países. Albares precisó que las competencias comerciales recaen sobre Bruselas, que es quien encabeza la negociación con la Casa Blanca en estos momentos. Sin embargo, el secretario de Estado subrayó “la acción decisiva” del magnate para “remediar nuestro déficit comercial con la UE”. Al menos así lo exponen en el comunicado emitido por la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce.

En este sentido, y sin salirse del “tono cordial” que capitalizó el encuentro, Albares y Rubio se adentraron tanto en el conflicto en Ucrania como en la guerra en la Franja de Gaza. En lo que se refiere a la invasión rusa del país vecino, el jefe de la diplomacia española recalcó la “importancia” de lograr “una paz justa y duradera”; mientras que percutió en el imperativo de hacer lo propio en Oriente Próximo y conducir a Israel al fin del bloqueo sobre el territorio gazatí para que pueda llegar la ayuda humanitaria.

En consecuencia, Albares dejó claro a su homólogo que la apuesta del Ejecutivo español pasa por “trabajar en torno a la Autoridad Nacional Palestina” con el fin de que un día pueda “hacerse cargo tanto de Gaza como de Cisjordania”. “Ambos líderes coincidieron en la urgencia de poner fin a los conflictos en Ucrania y Oriente Medio”, reza el comunicado del Departamento de Estado. Asimismo, en último término, sendas partes coinciden en el “tono cordial” de una reunión prolífica que, a la postre, sirve para “reforzar los lazos” entre España y Estados Unidos. Dos “aliados naturales, históricos” y que mantienen “intereses muy sólidos, económicos, comerciales, de inversión, culturales y lingüísticos”.

Súmate a

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio