Pedro Sánchez tuvo que aguantar, el pasado miércoles, cómo un camarero de un restaurante cántabro le llamaba “hijo de puta”. Junto al presidente del Gobierno estaba Revilla, que salió en defensa de Sánchez, algo que no ha gustado a Hermann Tertsch, que ha vociferado en redes contra el jefe del Ejecutivo de Cantabria.

El incidente se hizo viral a los pocos minutos y circuló un vídeo de Miguel Ángel Revilla discutiendo con el camarero que insultó a Pedro Sánchez. Esto ha desatado el enfado de Hermann Tertsch, eurodiputado de Vox y excolumnista del diario ABC.

Ay, Revilla, precisamente usted, que es un insulto con patas, regaña a sus paisanos que tienen el coraje de levantar la voz” contra aquellos que desprecian “todo lo que no son ellos”, señalaba el periodista.

Nos insultan a todos a diario mientras están destruyendo España”, escribía en Twitter un malhumorado Hermann Tertsch, incapaz de morderse la lengua.

El incidente

"No lo tolero", ha sentenciado Revilla, para quien se puede "discrepar" y de "todo" además, pero "insultar nunca". "Me he indignado y he ido a por él", se ha justificado el presidente cántabro a preguntas de los periodistas sobre este incidente, presenciado por los medios y relatado después por él.

Tras admitir que tal vez no debiera haber actuado como lo ha hecho, Revilla ha achacado su reacción a que le ha "molestado" lo que ha visto y escuchado y, también, a que tiene "temperamento", aunque, ha precisado al respecto, no le suele ocurrir.

El líder del PRC desconoce si el hombre que ha proferido el insulto a Sánchez es el dueño de una cafetería ubicada en Bonifaz, la misma calle del restaurante donde han comido, pero ha asegurado que irá este mismo jueves al bar y le cogerá "por banda", porque considera "intolerable" insultar.

"Me he cabreado", se ha excusado Revilla que, "emocionado" ante los medios, ha recordado que él se está encargando de 'vender' por toda España una Cantabria "acogedora" y "amable", en la que se recibe y "respeta" a todo el mundo y no se insulta "a nadie".