Las luchas internas se recrudecen en uno de los partidos en los que más se impone la mano dura de la cúpula. Las bases de Vox se revuelven contra "la falta de democracia interna" impuesta por Santiago Abascal​ y y sus más estrechos colaboradores. Algo que, según cuentan, está provocando la salida "a chorros" de afiliados desde hace ya bastante tiempo. Una sangría que afecta especialmente a Cataluña, donde los primos Juan e Ignacio Garriga parecen monopolizar el poder. 

Pero el déficit democrático interno podría ser peor en provincias más pequeñas después de la reforma exprés de la semana pasada que eleva el número mínimo de afiliados a 500 por provincia como condición para celebrar las primarias encargadas de nombrar a los miembros de cada Comité Ejecutivo. Antes de esa reforma, la Dirección Nacional seleccionaba 'a dedo' al candidato únicamente cuando la circunscripción contaba con menos de 50 afiliados, pero la nueva norma interna ha limitado las primarias a 19 de las 50 provincias.

Los resultados de esas elecciones internas se darán a conocer el cuatro de octubre, fecha que podría coincidir con el revuelo de la moción de censura anunciada por el líder y que, según los críticos, se habría seleccionado como estrategia para silenciar los problemas internos que generen los resultados.

Enanos en la Cataluña de los Garriga

Y es que, en Barcelona, a la propuesta de Juan Garriga por parte de la cúpula nacional del partido ya le han salido dos competidores 'antisistema'. Se trata de Mónica Lora y Juan Cremades, que se postulan como los dos primeros altavoces de los sectores críticos. Lo cierto es que al partido ultra tampoco le viene mal tener otros candidatos para Barcelona en la recámara, ya que el oficialista Juan Garriga se encuentra a la espera de una sentencia que podría llegar a cuatro años de cárcel por delitos de incitación al odio por repartir publicidad racista durante la campaña de las municipales de 2011, cuando participaba en la candidatura de Plataforma per Catalunya, el partido xenófobo desaparecido que encabezaba Josep Anglada.

Otro de los que levantan la cabeza contra el séquito de Abascal es el coordinador del partido en Tarrasa, Jesús Rodríguez Pachón, por la corriente 'Vox Plus Ultra'. Pachón está especialmente orgulloso de liderar "la agrupación de afiliados y simpatizantes más numerosa de todas en Cataluña –con Ñ de España–" o de poder contemplar la bandera española el seis de diciembre o durante las celebraciones del día de San Jorge. Sus seguidores valoran muy positivamente su mensaje de que "sobran los personalismos" y su denuncia de pérdida de afiliados, que alcanza "el 50% desde el nombramiento de la gestora". Las propuestas fuertes de Pachón son facilitar el acceso de los afiliados a los cargos de dirección y que "todos los cargos orgánicos de Vox Barcelona pongan a disposición del partido sus declaraciones de bienes y rentas antes de cobrar un solo céntimo del mismo". Aunque estos sectores díscolos siguen temiendo el "juego sucio" de la cúpula nacional: "No es admisible que los coordinadores no hayamos tenido acceso a los datos de nuestros propios afiliados. Ello nos pone en una situación de desventaja". 

Sayde Chaling-Chong García es otra de las afiliadas que no ha querido permanecer callada ante los abusos de la Dirección Nacional de Vox. Liderando la corriente 'VoxHabla'. De orígenes chino-cubanos, Chaling-Chong se autodefine como "militante de raza negra" y lleva ya un año denunciando haberse sentido "timado, engañado y hasta discriminado" por la cúpula, lo que le conduce a presentarse ahora como candidato para intentar impulsar la democratización de la formación ultra. 

La revelión se extiende al resto de España

Pero los levantamientos no se quedan en Cataluña. 'VoxHabla' también está generando tensiones al proponer candidatos alternativos en Murcia, Valladolid, Toledo, Almería, Sevilla, Cádiz o Granada, donde 'VoxHabla' denuncia las "amenazas" de Macarena Olona a los afiliados. Aunque, en la mayoría de esas provincias, los candidatos antisistema denuncian trabas e irregularidades como no respetar los plazos o el "apoyo descarado" de los dirigentes nacionales a las candidaturas 'pro Abascal'. 

Pero, para Fernando Moya, segunda cabeza visible de 'VoxHabla', "lo más grave de todo son las presiones y amenazas que muchos afiliados y cargos están sufriendo. Hay coordinadores que están haciendo llamadas para que voten a los candidatos oficiales amenazándoles incluso con la pérdida de la afiliación si no lo hacen". Aunque Moya señala especialmente el comportamiento antidemocrático del oficialismo en Granada, encarnado por Macarena Olona: "Es lo mas sangrante que una diputada nacional se dedique a llamar personalmente por teléfono a los cargos para asegurarse que van a votar a la candidatura oficial advirtiéndoles de que de lo contrario están muertos políticamente".

De esta forma, la formación de ultraderecha comienza una guerra interna en la que la férrea Dirección Nacional tiene todas las de ganar pero que puede conllevar una importante pérdida de bases que terminaría costando muy caro al partido del exdirigente del PP.