No es la primera vez que charlo con Gorka Landaburu. Tengo la fortuna de verlo cada año desde 2005. Pero, sobre todo, la suerte es hablar sin prisas, compartiendo reflexiones con agua mineral con gas. Aseguro que mantiene las mismas ideas, a veces controvertidas, siempre. Llámenlo coherencia, digan honestidad. Referencia del periodismo democrático en España, pertenece a esa rara avis de tripatriotas: Gorka se siente ciudadano francés, español y vasco. En las tres culturas vivió y a las tres patrias amó. Raíces galas que confluyen en un mestizaje de acentos de sus tres lenguas. Su charla se tiñe de las "erreggs" vocalizadas en perfecto francés, las "eses" finales en castellano y la lírica tonal que solo una voz euskalduna posee. 

Gorka Landaburu Illarramendi nació en el París del exilio familiar en octubre de 1951. Su padre, Francisco Javier de Landaburu, fue diputado del PNV en la II República y vicelehendakari del Gobierno Vasco durante el franquismo, en París, donde nació Gorka. Regresó a España en 1972, siendo profesor de francés en varias escuelas. Luego vino una dilatada trayectoria profesional en distintos medios que aún mantiene.

Un sobre bomba de ETA le provocó importantes heridas en manos, ojo y cara en su casa de Zarautz en 2001. Dedos arrebatados a un periodista, al que no pudieron amputar su capacidad para seguir escribiendo verdades. Dañaron un ojo a un escritor y ávido lector, pero en vano redujeron su aguda visión del mundo. El atentado se volvió contra los terroristas al provocar en Landaburu una suerte de “efecto Streisand”, que aumentó su capacidad de lucha contra el fanatismo sin decaer su deseo de paz y convivencia. Su frase en el juicio mirando a los terroristas es antológica del periodismo de compromiso y valiente: "Yo soy periodista, me habéis cortado las manos, me habéis dejado ciego del ojo izquierdo, y tengo cicatrices por todo el cuerpo, pero os habéis equivocado, no me habéis cortado la lengua. Voy a seguir peleando por la paz y la libertad en Euskadi".

 
Lorca Landaburu con Juan Luis Valenzuela en 2018
Gorka Landaburu con Juan Luis Valenzuela en 2018.


Dejó dicho el maestro Ryszard Kapuscinski en una conferencia en la Autónoma de Barcelona que “everdadero periodismo es intencional, intenta provocar cambios. El deber de un periodista es informar de manera que ayude a la humanidad y no fomentando el odio o la arrogancia”. Viene a colación para identificar el periodismo de Gorka con intencionalidad llamada Paz y Acuerdos. Y otra gran cita del maestro de Pinsk: “Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser un buen hombre, o una buena mujer. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas”. Pues eso, Gorka Landaburu, un tripatriota, gran periodista y mejor persona.

PREGUNTA: ¿A qué se refiere cuando afirma “Vale ya, ETA no existe, desapareció hace 10 años. No la vamos a olvidar, pero tenemos que avanzar”?
RESPUESTA: Pues a algo tan lógico como es que la banda terrorista fue derrotada y a que la vencimos entre todos y a que ya, afortunadamente no existe, algo tan elemental como eso es lo que quiero decir. Estamos en el siglo XXI y algunos como VOX, hablan todos los miércoles en el hemiciclo como si nada hubiese cambiado y ETA existiera. Estamos en otra época y aunque jamás vamos a olvidar a todos los amigos que hemos enterrado, los doce años viviendo con escoltas, las amenazas, el ser diana de los terroristas, las pintadas en tu portal, los cócteles molotov, cosas que, reitero, yo no voy a olvidar, ahora toca cicatrizar heridas y mirar por un gran retrovisor que se llama memoria. Memoria de lo que se sufrió y mirada de la realidad actual, bien distinta.
 

P: Entre las frases olvido y perdono , olvido pero no perdono, o, ni olvido ni perdono ¿con cuál se identifica usted?
R: Yo no tengo que perdonar nada, en todo caso serán ellos. El perdón es algo muy personal. Lo que tiene más interés son los gestos, más que las palabras. Yo le pido a la izquierda abertzale -que ya no es un brazo político de nadie- que haga gestos. Pienso que personas como Arnaldo Otegi deberían retirarse de la primera línea de la política. A esta gente le hemos dicho siempre que dejaran las pistolas e hicieran política y, precisamente ahora, que hacen política tal y como le pedimos desde hace muchos años ¿se lo vamos a impedir? Eso sí, tienen que dar unos pasos más en el sentido de hacer autocrítica y manifestar un rechazo más fuerte y contundente de la violencia y que condenen toda la historia de ETA. Por cierto, habría que aclarar que los nuevos traslados de presos no son consecuencia del posible voto a favor de Bildu sino que ya ha habido casi 100 reclusos acercados en estos dos últimos años.

P: ¿Qué ha sentido al saber que un colaborador de su atentado ha sido acercado a cárceles del País Vasco?
R: Pues me enteré por la prensa, por la mañana, leyendo el Diario Vasco. Tuve una reacción que no me sorprendió porque siempre he defendido el acercamiento de los presos. Mira, una celda en Sevilla tiene los mismos barrotes que en Bilbao, Logroño, Burgos o San Sebastián. Los presos cumplen su condena igual. El acercamiento no supone regalo alguno, sino el cumplimiento de las leyes. El traslado y acercamiento a la cárcel de Martutene de la etarra que participó en mi atentado, Oskarbi Jaúregi, no le impedirá que cumpla su condena. No me alegro por ella, pero sí por su familia que bastante tienen que sufrir por tener una hija terrorista. Es un doble castigo que su familia sufre cada vez que deben hacer centenares de kilómetros para visitarla.

“Una celda en Sevilla tiene los mismos barrotes que en Bilbao o Logroño. El acercamiento a Martutene de la etarra que atentó contra mí no le impedirá cumplir su condena. No me alegro por ella pero sí por su familia que bastante sufre por tener una hija terrorista”


P: ¿Cómo ve España dentro de 10 años?
R: Siempre he procurado ser optimista, a pesar de todo, a pesar de mi exilio en Francia, de haber sufrido dos dictaduras como la de Franco y la de ETA. No quiero vivir una tercera dictadura en este país tan hermoso de norte a sur, de Euskadi a Cataluña, de Valencia a Extremadura o de Galicia a Andalucía, las dos Castillas y todas sus comunidades y territorios. Soy optimista y espero sentido común, que ahora echo de menos en la clase política. Sentido común para arrimar el hombro y que perciba que lo importante no es el interés partidista.

P.: ¿Cree que Pedro Sánchez hace bien en sus acuerdos, no solo ahora con el voto de Bildu, con las fuerzas independentistas y nacionalistas?
R: Desconozco si existen acuerdos por ahora. Sé lo evidente y además necesario para el país, que está intentando aprobar unos presupuestos imprescindibles. Se trata de una aritmética política y de un gobierno de coalición, que es complicado. No entiendo eso que dicen de que sí es ético o no. Considero que EH Bildu tiene, como los demás, el mismo derecho a votar en el Congreso. Son representativos de la soberanía popular y están en su derecho a votar leyes que para eso están y para eso los han puesto sus electores. A mí no se me hacen nudos en la garganta ni me dan ganas de vomitar porque voten. Eso es precisamente lo que les exijo, que voten, hagan política y realicen bien sus deberes. Esto gustará más o menos, e incluso disgustará a algunos, pero la realidad es la que es y esta dicta que se trata de una formación política tan legal como las otras.



Me preocupa más Vox que Bildu… es un populismo en auge en todo el mundo. Si llegase al poder debería preocuparnos por si cruzan la raya roja. Si así fuere nos tendrán enfrente como ETA siempre nos tuvo enfrente”

 

P: ¿Representa el lehendakari Íñigo Urkullu un nuevo PNV?
R: No. Urkullu es el PNV de toda la vida, Un partido que tiene 125 años, el más longevo después del PSOE. Es una formación de centro, con historia y vocación de pactos. Con el PNV no ocurre como sucede últimamente en Cataluña, y por eso le va bien. Por este motivo sigue gobernando desde la Transición, porque además gestiona bien las cosas. Es un partido de centro y moderado que, claro, defiende sus intereses. En toda su historia el PNV siempre ha practicado el acuerdo. pero al mismo tiempo que ha defendido sus legítimos intereses lo ha compatibilizado con en el interés general.


P: Tras años de un lado para otro ya parece asentado en su querida Zarautz, ¿cómo vive este periodo de su vida?
R: Vivo con cierta tranquilidad en el pueblo de mi madre. Y lo más importante es que ya no miro debajo del coche, poniendo cuidado y vigilando a la salida del portal. Vivo viendo como desaparecen las miradas de odio que me fusilaban, y a la que mi vista siempre mantenía. Ahora esto en un oasis en el que por fin vivimos ¡y que dure mucho tiempo, siempre! Vivimos disfrutando de mis hijos y de mi único nieto, Aihen, que es pura vitamina en estos tiempos tan tristes por la pandemia. Y aunque me agota, es lo que nos da la alegría en estos momentos tan duros.


“De la situación política actual no son lo mismo de responsables unos que otros. PP y Vox lo son más porque ambos partidos no están arrimando el hombro”

P: ¿Bildu y Vox, Vox y Bildu ¿representan las caras distintas de una misma moneda?
R: Es complicado, pues son extremos que nunca he compartido, ¡los “amores” que yo puedo tener por EH Bildu!, pero hoy en día estoy más preocupado por Vox que por Bildu, porque el primero crece y es un enemigo de la democracia que abarca más. Es un populismo que aumenta en toda Europa y en otras partes del mundo como vemos en Polonia, Hungría, Francia. Es una ideología xenófoba, machista y que no quiere las autonomías. Si llegasen al poder debería de preocuparnos mucho por si cruzan la raya roja. Si así fuere nos tendrán enfrente como ETA siempre nos tuvo enfrente.

P: ¿Cree que en tiempos de pandemia la clase política debería tener otra actitud?
R: Es más que evidente que no está a la altura de las circunstancias. Tenemos unas crisis sanitaria terrible más otras dos, económica y social, y lo que deberían hacer todas las formaciones es buscar acuerdos. Los políticos deberían estar fraguando acuerdos excepcionales para unos tiempos excepcionales y, sin embargo, lo que acontece es una guerra entre partidos insoportable para la sociedad. En todo caso quiero destacar que no debemos caer en la generalización de la culpabilidad. De esta situación no son lo mismo de responsables unos que otros. Pienso y analizo que la derecha representada por PP y Vox tiene más culpabilidad porque ambas formaciones no están arrimando el hombro. Deberíamos todos estar de acuerdo en lo que lo que viene ahora y ojalá hubiese una aprobación unánime de los presupuestos del Estado. En este momento lo crucial es luchar contra a la pandemia. Eso es lo que toca.