La dirección nacional del PP está trabajando en lo que denominan un "plan de convivencia" con Vox, tras la idea de no dejarle espacio en un posible Gobierno de coalición, como ya ha reclamado su líder, Santiago Abascal, y vaticinan las fuerzas de izquierdas con el mensaje de que "viene la ultraderecha".

Los asesores de Génova alertan de que ceder consejerías a Vox penalizaría al PP en las futuras citas electorales, empezando por Andalucía, donde ya se plantean si merecerá la pena adelantar los comicios autonómicos en junio. Por lo pronto, el candidato popular en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, tiene hasta el 10 de marzo como fecha tope para constituir las Cortes regionales, con la línea roja marcada por la dirección nacional de que no puede haber un Gobierno de coalición con los de Abascal.

"Un acierto"

Pablo Casado y Teodoro García Egea siguen defendiendo que el adelanto electoral en Castilla y León ha sido "un acierdo", a pesar de dejarles lejos de la esperada mayoría absoluta. ¿Qué otra cosa les queda ya? Ambos mantienen viva la teoría de que el PSOE encabezaría una moción de censura a partir de marzo aprovechando las fisuras con Ciudadanos, que ya se pusieron de manifiesto en la negociación de los Presupuestos. En el partido recuerdan que en el calendario están también los juicios de corrupción como el del llamado caso Perla Negra, en el que tendrá que declarar como testigo el expresidente Juan Vicente Herrera. "Ahora habrá un Gobierno con lo que ha salido de las urnas, no uno negociado en los despachos y a expensas de tránsfugas", afirmó Mañueco en su primera intervención.

La dirección nacional insiste en el mensade de que la decisión de la convocatoria electoral fue del presidente de la Junta, que trasladó a Madrid que "no estaba dispuesto a vivir dos mociones de censura". Las relaciones con el candidato de Ciudadanos, Francisco Igea, era insostenible, según aseguran.

Génova vs Ayuso

Según adelanta El Confidencial, Génova no menciona explícitamente a Isabel Díaz Ayuso, pero señala que las batallas internas de los últimos meses están lastrando la marca y socavando el liderazgo de Pablo Casado. En Génova hay sensación de alivio porque, pese a no cumplir las expectativas, no ha habido debacle que el viernes predecían algunos sondeos, y aún más se blindará la figura del líder nacional frente a quienes "torpedean desde dentro", en alusión a críticas como las vertidas por el expresidente José María Aznar, que lo que hacen es dar votos a Vox. "Quien no esté en esto tendrá alfombra roja para dejar el PP", dicen abiertamente. El calendario de congresos regionales se mantendrá intacto y no se cederá a las presiones de Madrid. El próximo congreso será en Extremadura, donde se pondrá a un candidato del aparato en sustitución de José Antonio Monago.

Mientras, en la sede del Gobierno madrileño el discurso es otro: "Claramente, es un desastre", afirman sobre el resultado electoral y defienden que ha sido un error plantear la campaña como un "combate" entre Casado y Ayuso. Desde mañana, empezarán a plantear que marzo es la fecha en que se tiene que celebrar el cónclave para que Ayuso pueda presidir el partido.