Tras su anuncio de renuncia a continuar como dirigente de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo ha venido denunciando a la cúpula de Santiago Abascal en los últimos días y apuntando, en sendas ocasiones, al periodista Álvaro Zancajo, quien asegura que actúa como uno de los “peones” de la “oligarquía” que dirige el partido ultraderechista.
Se trata del caso de dos díscolos de Vox, los procuradores Ana Rosa Hernando y Javier Bernardo, a quienes Gallardo se negó a echar del Grupo Parlamentario, motivo por el que ahora ha justificado su decisión al tratarse de una “chapuza jurídica” interpuesta “bajo amenaza”: “No funciono así”, ha matizado este miércoles a través de sus redes sociales.
Motivo que ha vuelto a saltar al plano político y mediático debido a que una cuenta llamada Los Macarenos en X –antigua Twitter-, que aparece con una imagen de la ex de Vox Macarena Olona y de la que estaría detrás, según el relato de Gallardo, el periodista Zancajo, ha mencionado que estos dos parlamentarios tránsfugas, en el pleno de este martes en las Cortes de Castilla y León, estuvieron “de risas con el PP”.
Bajo esta premisa, Gallardo ha vuelto a pronunciarse: “Te lo explico de nuevo, Zancajo”. De esta manera, el exlíder de Vox castellanoleonés ha adjuntado un escrito en el que rezan las actuaciones de ambos díscolos: “Procede a denunciar los hechos ante el Comité de Garantías del partido para que, a la mayor brevedad posibles, y tras los trámites oportunos, proceda a sancionar a los procuradores Ana Rosa Hernando y Javier Bernardo como autores de faltas graves y/o muy graves previstas en los Estatutos de Vox y el Reglamento interno del Grupo Parlamentario de Vox en las Cortes de Castilla y León, ello con la pérdida de la condición de afiliado”.
Con este telón de fondo, Gallardo ha expuesto este miércoles en sus redes sociales ambos cargos, “que han estado ayer de risas con el PP” fueron los que “llevan meses buscando mi salida (que militan en Vox, pero vienen del PP). Felices todos ellos”, claudicó.
Te lo explico de nuevo, Zancajo:
— Juan García-Gallardo (@juan_ggallardo) February 12, 2025
1.- Me negué a firmar una chapuza jurídica bajo amenaza. No funciono así.
2.- Quienes han estado ayer de risas con el PP en las Cortes son quienes llevan meses buscando mi salida (que militan en Vox, pero vienen del PP). Felices todos ellos. https://t.co/MwyVWfOPjM pic.twitter.com/b3xv1uEGVu
Estos dos procuradores de la formación ultraderechistas eran conocidos en el tablero político y parlamentario autonómico por reclamar el fin de las purgas y represalias con los críticos de Vox, pese a que, según el relato del exdirigente, eran los que promulgaban su salida de la formación. De esta manera, el Grupo Parlamentario de pasaría de tener 13 a 11 procuradores en las Cortes de Castilla y León.
Gallardo señala al “peón” de Zancajo
Desde su salida imprevista de las filas de Vox, el que fuera el principal dirigente del partido en Castilla y León ha venido señalando al conocido periodista, a quien vincula directamente en la cúpula de Abascal al ser su actual coordinador de comunicación. Recordar en este punto que, en su comunicado de renuncia, Gallardo expuso maniobras de “chantaje”, “guerra sucia”, “zancadillas” y una “oligarquía” interna que operaba en la dirección del partido, puntualizando a su vez el uso reiterado de bots en redes sociales a favor de Vox.
Zancajo fue el jefe de prensa de Macarena Olona en la campaña de las elecciones andaluzas allá por 2022 y, tras su dimisión, fue ella misma la que denunció la acción de los bots enviados, presuntamente, desde la sede de Bambú. Tal y como señalaron al respecto fuentes vinculadas al partido en conversaciones con ElPlural.com, “tanto Zancajo como Jacobo Robato eran peones que ejecutaban instrucciones de la dirección de la campaña que estaba en Madrid” en connivencia con Abascal, pero también con Kiko Méndez-Monasterio.
Y es que esta “oligarquía interna” de la que habló Gallardo y desde la que se ejerce una “ley del hierro” a puerta cerrada, giraría en torno a figuras que no son exactamente Abascal. Tal y como comprobó mismamente este periódico entonces, las órdenes vendrían “del entorno de los Ariza, el más duro, de Kiko (Méndez-Monasterio), de Montserrat Lluis y la línea Buxadé”.