Estocada mortal a Cs. Una demostración más de cómo el partido que fundó Albert Rivera ha pasado en pocos años de ser clave a transmutar en la nada. Igea, por culpa del adelanto electoral, ha pasado de ser vicepresidente de Castilla y León a ser un simple especialista en el aparato digestivo. O un marginado procurador más en el Parlamento regional. Aunque visto lo visto, tampoco es poco.

Cada proceso electoral es un duro golpe a un Cs agónico. ¿Qué pasará cuando pierda Andalucía? ¿Qué hará Ines Arrimadas cuando se celebren las próximas elecciones generales? Son preguntas lógicas a hacerse mientras somos testigos de la desintegración naranja.

La jornada había sido planteada desde el optimismo. Incluso han organizado una fiesta de fin de campaña en un hotel del centro de Valladolid, donde no ha faltado música en directo de la mano del cuarteto de rock Bloody Mary que interpretó numerosos temas musicales de los 80 para calentar el ambiente. No están los ánimos ahora para cócteles y bailes.

También hemos visto a un Igea emocionado. Incluso ha agradecido el apoyo y respaldo que ha sentido durante esta campaña, en la que ha llegado a afirmar que la "esperanza" seguía viva. La realidad, al final, es la que se siempre impone y la emoción acaba tornando en tristeza.

El Partido Popular lo tiene claro. Ya no necesita a los liberales. Han sido útiles durante unos años pero ya no sirven. Su nuevo aliado está más allá de la derecha. Pero Vox no es Ciudadanos. Vox es un perro rabioso con hambre y el Partido Popular, a pesar de la victoria, destila debilidad. La jugada de Mañueco es caótica. Tenía un gobierno firme y un vicepresidente honorable. Porque Igea no molestaba y siempre iba a decir que sí a las políticas de bajadas de impuesto y te ahorrabas el desgaste de enfrentarte a un partido como Vox, que te obliga bajar al terreno de la batalla cultural.

¿Habría anunciado Mañueco el adelanto electoral de saber que este sería el resultado? Ahora, Vox se ha ganado el derecho a la exigencia. Tiene la legitimidad para pedir al PP lo que quiera. No es buen día para ser una minoría en Castilla y León.