“Actuaron con un plan preconcebido, proyectado en el tiempo con una visión de largo plazo, ordenado de acuerdo con las directrices emanadas de la cúspide de la Organización” A esta conclusión ha llegado el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, sobre la familia Pujol en el auto con el que concluye la instrucción.

El antiguo fiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo mantuvo en su día una dura pelea junto a su compañero José María Mena, en el caso Banca Catalana. Pero cuando intentaron encausar al honorable President, su esfuerzo  quedó frustrado. En aquel entonces, apenas aparecían comentarios públicos en defensa de ellos dos. Pero, yo tuve la oportunidad de firmar un artículo titulado “Honorables Fiscales”.

A Jiménez Villarejo le parece un “hecho grandioso desde el punto de vista judicial”. Porque Jordi Pujol ha sido President durante 23 años y “a través del partido ha gobernado y presuntamente delinquido durante muchos años más”. Y visto lo visto no le debe faltar razón.

A su juicio, Convergència Democrática de Catalunya fue el eje vertebral de esas acciones que ahora podrían llevar a toda la familia Pujol al banquillo por indicios de delitos que van desde la pertenencia a una organización criminal a la asociación ilícita, fraude a Hacienda y blanqueo y falsedad en documentos.

Lo que ha hecho de la Mata ha sido apuntar hacia las actividades directamente vinculadas con el Gobierno de CDC, señalando los posibles delitos económicos cometidos con tal cobertura política, así como los movimientos de capitales hacia paraísos fiscales. Es decir, la familia Pujol aprovechó su posición privilegiada durante decenios para acumular un patrimonio más que desmedido, “directamente relacionado con percepciones económicas derivadas de actividades corruptas.”

“Fíjate, Enric, -puntualiza Jiménez Villarejo- se trata de enjuiciar a través de Jordi Pujol a un partido que dirigió Cataluña inmediatamente después de la dictadura, que intervino en los pactos de la Moncloa y en la ponencia constitucional a través de Miquel Roca, entonces militante de Convergència y más tarde crítico con su antiguo jefe político. Eso supone enfocar como presuntos miembros de una organización criminal “a la base de una formación política que fue cimiento de
nuestra democracia.” Una decisión rigurosa, valiente y muy bien planteada. El veterano fiscal se siente satisfecho porque se demuestra
que la Justicia en momentos culminantes actúa con rigor ante la delincuencia que con frecuencia opera desde el poder político o
económico, aspectos ambos que, en su opinión, representa el caso Pujol y sus aledaños.

Ahora, la sala penal de la Audiencia Nacional tendrá que confirmar la propuesta del instructor, después informará a la Fiscalía para que, en su caso, formule la acusación. Por la complejidad del tema, pasarán muchos meses hasta que pueda iniciarse el juicio oral.

Para Jiménez Villarejo, “esta extraordinaria acción del juez no es ni más ni menos que todo un homenaje a Montesquieu”. El gran defensor de
la separación de poderes.