"Aquí estamos, en términos relativos, peor que cualquiera, porque estamos en una situación de rescate, nos guste o no decirlo, semejante en términos de intervención a las de Portugal o Irlanda,  pero… a bajo coste. Por 30.000 millones tenemos todos los condicionamientos de una intervención plena", argumenta para añadir que un rescate supondría 500.000 o 60.000 millones de euros.

Según Felipe González, Europa está en una "encrucijada" de tres caminos. El primero sería la federalización de la unión económica, fiscal y monetaria.

"¿Por qué empleo la palabra federalización, que produce rechazo?", se pregunta para responderse a sí mismo alertando de que si se sustituye  por una "seudofederalización, sin legitimidad democrática, estamos perdidos". En este sentido aclara que con "solo los hombres de negro (...) el proceso de construcción europea derrapará masivamente ante los ciudadanos".

Además, hay otros dos caminos, que sería deshacer lo andado y el tercer camino y, en su opinión, la hipótesis más probable es "arrastrase por el fango" dando un pasito por delante y dos hacia atrás. "Es una gran estupidez" comenta para zanjar a continuación que si el Banco Central Europeo actuara como tal, se habría acabado la "fiesta especulativa".

Dadas las circunstacias, sostiene, Rajoy tiene la obligación de convocar un gran acuerdo nacional para salir de la crisis y para actuar en Europa. "Hemos sobrepasado el límite, Rajoy tiene la obligación de convocar un gran acuerdo nacional para salir de la crisis y para actuar en Europa", resalta González.

"Lo que se ha aceptado absolutamente es a 'los hombres de negro', los tenemos aquí trimestralmente para ajustar el objetivo de déficit y, por tanto, tocando toda la política económica del país".

González opina que es un error decir que "España es demasiado grande como para dejarla caer" porque detrás vendría la "explosión del euro" y recuerda que en el siglo XX los europeos fueron capaces de destruir físicamente el continente.

El expresidente del Ejecutivo le da la razón a la canciller alemana Angela Merkel cuando afirma que España está pagando diez años de errores en una política económica basada en una inmensa burbuja inmobiliaria. Para González, los errores arrancan con decisiones políticas que se adoptan a partir de 1998, con José María Aznar, Rodrigo Rato y Mariano Rajoy, pero que no se corrigen con los Gobiernos que entran a partir de 2004, es decir, con José Luis Rodríguez Zapatero.

Sin embargo, añade que la responsabilidad es compartida debido a una política monetaria que permitió créditos por debajo de la inflación. "Y eso no era solo responsabilidad de las entidades financieras españolas, sino de las alemanas, las francesas… El error es nuestro, pero compartido", sentencia.