La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el diputado del PP que sustituye a Teodoro García Egea, Mario Garcés, han protagonizado el primer debate en el Congreso de los Diputados tras el cese del número dos de Pablo Casado.

En un pleno marcado por la invasión de Putin a Ucrania y las consecuencias que esta está teniendo en nuestro país, la ministra de Unidas Podemos ha vuelto a utilizar sus ya habituales “datos” para desmontar al orador de la otra bancada.

“El paro en enero era del 12,9%, la mitad de aquella siniestra cifra de 2013 -cuando gobernaba el PP-, que alcanzó el 27% de parados”, ha dictado Díaz, para añadir: “A día de hoy tenemos más de 20 millones de ocupados y más de 500.000 personas nuevas en la Seguridad Social Y con una reforma laboral que ustedes no apoyaron, el 22% de los contratos son hoy indefinidos”.

Después de una intervención puramente económica, la responsable de Trabajo ha lamentado de que a pesar de que el principal partido de la oposición cambie de portavoz “las propuestas son las misma: la nada”. “Me ha decepcionado, esperaba una intervención inteligente y con propuestas”, ha dictaminado Díaz a la vez que ha pedido al PP que “no utilicen la guerra de Putin contra este Gobierno”, porque no lo hacen contra el Ejecutivo, sino “contra nuestro país”.

En su intervención, previa a la de la vicepresidenta segunda, Garcés ha pedido la dimisión de Ione Belarra e Irene Montero, justificando que “no se puede estar con el Gobierno y contra el Gobierno” y haciendo alusión a las palabras de la responsable de Asuntos Sociales y Agenda 2030 cuando esta se refirió a los “partidos de la guerra”. El portavoz popular también ha clamado contra el “marxismo” del ministro de Consumo, Alberto Garzón, y contra la propia Yolanda Díaz quien, dice, “ya no representa a las bases de Podemos”.

El diputado del PP encargado ahora de rebatir a Yolanda Díaz en sus intervenciones plenarias fue especialmente duro con el que fuera secretario general del partido, Tedoro García Egea. Además de sumarse a las peticiones de otros miembros del PP y solicitar su “cese inmediato” durante la guerra abierta entre la dirección nacional del partido y Ayuso, tuvo declaraciones especialmente duras con él: “Es el final de una forma indeseable de hacer política en manos de una persona que nunca debió ser secretario general del PP”.

Cabe destacar que Garcés se desmarcó así de una de las personas de máxima confianza de Pablo Casado, a quien apoyó por otra parte en las primarias que el todavía presidente del PP se disputó con Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal.