Baltasar Garzón / EFE-Archivo Baltasar Garzón / EFE-Archivo



Este jueves 17 de enero se cumplió exactamente un año desde que Baltasar Garzón compareciera en el Tribunal Supremo (TS) para defenderse en el juicio por prevaricación por haber intervenido las conversaciones en prisión entre los cabecillas de la trama Gürtel y sus abogados. El magistrado alegó que había ordenado las escuchas para "evitar la continuación de la acción delictiva" relacionada con el blanqueo de capitales y la evasión del dinero fuera de España.

Ley española y europea amparan escuchas contra blanqueo
Las escuchas fueron ordenadas de hecho a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, después de que la investigación alertara de que se estaban produciendo movimientos en las cuentas que Francisco Correa y Pablo Crespo tenían en Suiza cuando ya habían sido encarcelados. Entonces se argumentó que la legislación española justifica la intervención de las comunicaciones para investigar el delito cometido, mientras que la legislación europea advierte de que el derecho de defensa no es absoluto cuando se trata de la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

Testigos que avalaron derecho de defensa
Además, policías de la UDEF (Unidad contra la Delincuencia Económica y Financiera) que trabajaron en la operación antiblanqueo contra la trama Gürtel testificaron en el Tribunal Supremo que Garzón ordenó preservar el derecho de defensa en las grabaciones que se obtuviesen de los implicados, ya que el objetivo era el control del dinero para evitar nuevos delitos. Todos estos argumentos fueron inútiles y los cabecillas de la trama se salieron con la suya: Garzón fue condenado por el Supremo a 11 años de inhabilitación y expulsado de la carrera judicial.

Datos que confirman la necesidad de tomar medidas
Entonces se trataba de escuchas relacionadas con Correa, Crespo y otro de los imputados en la trama, el empresario José Luis Ulibarri. Pero los datos aportados por Suiza en relación al juicio por la Gürtel demuestran que otro de los imputados en la trama, el extesorero del PP Luis Bárcenas, tuvo cuentas en Suiza por valor de hasta 22 millones de euros y transfirió dinero de ellas después de que estallara el caso. El actual juez de la Audiencia Nacional que instruye la Gürtel, Pablo Ruz, ha solicitado por ejemplo a Estados Unidos información adicional sobre dos cuentas del HSBC descubiertas en Nueva York y cuyo titular es Bárcenas a las que se transfirieron 2,5 millones de euros procedentes de sus cuentas en Suiza. ¿No suponen todos estos nuevos datos una corroboración de que Garzón tenía elementos suficientes para actuar como actuó?