"Lo que yo he dicho es que como representante del Gobierno español, estoy interesado en que compartan su orgullo de ser españoles y catalanes. Si eso escandaliza a alguien o le lleva a pensar en el pasado, o en el franquismo, es que ese alguien tiene un problema de categorías mentales. Conduce con el retrovisor. No sabe mirar al futuro", ha enfatizado Wert.

Revolver las aguas
El ministro, lejos de arrepentirse, se ha reafirmado en sus argumentos y, según parece, en su propósito de seguir alimentando la polémica. Ha dicho que sus palabras son “de puro sentido común", por eso "no me arrepiento en absoluto". Wert se ha defendido considerando que el término “españolizar” puede valerle a algunos “como arma arrojadiza” y que "de vez en cuando merece la pena revolver las aguas del discurso soberanista".

La Historia, la Historia de España y hasta Francia...
Wert ha ahondado más en la polémica al calificar de "inconcebible" que en un país como Francia se genere una "discusión pública" porque un miembro del Gobierno diga que "los estudiantes franceses sientan el orgullo de ser franceses".

El ministro también se ha mostrado en contra de que en Cataluña se haya cambiado el nombre de la asignatura Historia de España por Historia y que en ella se enseñe una historia nacionalista cuando existen mucho episodios muy importantes dentro de la historia española como la referencia de 1978 en la que "todos los españoles, incluidos los catalanes, reconocen una constitución" con la que "se ha vivido muy bien en los últimos años".