Se escucha con frecuencia la opinión de que Vox y Unidas Podemos son iguales. Un mensaje que puede interesar al PP a fin de matar dos pájaros de un tiro electoral calificando de indeseables ambas opciones. Pero no son lo mismo. 

Esto viene de lejos. El 3 de noviembre del pasado año, tras la moción de censura que impulsó Vox contra el Gobierno de Pedro Sánchez, y tras abstenerse en la votación para prorrogar el estado de alarma, Casado calificó de lamentable que haya fuerzas políticas que justifiquen este vandalismo buscando una polarización cainita para el conjunto de España. Se refería sin citarlos a Vox y a Podemos con motivo de protestas en varias ciudades contra las restricciones debidas a la pandemia que acabaron en disturbios que la ultraderecha atribuyó a los de Pablo Iglesias. 

Poco tiempo después, con motivo del asalto al Capitolio en Washington por parte de los más forofos seguidores de Donald Trump, el presidente del Partido Popular, refiriéndose a los extremismos dijo, “que unos intentan justificar el asalto al Capitolio y otros que se rodee el Congreso de los Diputados en Madrid. 

Pero algunos dirigentes del PP, los que van a su bola, se saltan el guión. Como la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que hace un par de semanas decía afirmaba: “El problema no es Vox, es el Gobierno de Sánchez que pacta con proetarras y separatistas”. O sea, éste el peor de lo peor.

En cuanto a los enfrentamientos habidos en Vallecas recientemente, cuando Santiago Abascal y su candidata a Presidencia de Madrid, Rocío Monasterio, fueron allí a que se montara el lío con los consiguientes conflictos de orden público, Díaz Ayuso consideró que lo sucedido a la ultraderecha era “intolerable”. Y como no podía ser de otro modo, Toni Cantó, buen amigo de la presidenta avaló sus opiniones como un eco: “El problema no es gobernar con Vox, sino con Podemos”.

Al tránsfuga Cantó le irrita que PSOE y Ciudadanos (partido al que perteneció casi hasta ayer) gobiernen conjuntamente en el Ayuntamiento de Murcia. Al tiempo, intenta marcar distancias con el Partido Popular al que antes acusaba de corrupción, mientras aplaude al PP de ahora “porque no es el mismo”. Cierto. El de ahora lo ha colocado en el quinto lugar en la candidatura popular para Madrid por lo que tiene casi garantizado un sillón en la Cámara autonómica.

En todo caso, VOX y Podemos no son lo mismo. Vox es un partido xenófobo, racista, homófobo, que niega la violencia contra la mujer. Unidas Podemos se empeña en la búsqueda de la justicia social, de la igualdad, de la erradicación de la pobreza y en el trabajo para salvaguardar al planeta. Su aportación al Gobierno de coalición en la Moncloa no es despreciable, aunque a veces haya roto los límites razonables de una responsabilidad compartida. Ni el PP es el centro político, ni Isabel Díaz Ayuso gestiona bien Madrid. Por mucho que se empeñen.