El Gobierno ha anunciado su decisión de prorrogar el estado de alarma hasta el próximo 12 de abril. Así lo ha anunciado este martes la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, tras la reunión del consejo de ministros. La dirigente ha explicado que se trata de una medida “difícil, pero necesaria” para contener la pandemia del coronavirus.

Además, Montero ha explicado que esta decisión deberá ser inicialmente refrendada este miércoles por el Congreso de los Diputados. Posteriormente, y tras ser aprobada por el plebiscito de la Cámara Baja, se oficializará el próximo viernes en un consejo de ministros extraordinarios.

Dos pasos que parecen un mero trámite teniendo en cuenta que la mayoría de grupos parlamentarios han adelantado su apoyo a la decisión. Sin embargo, existe una excepción. La extrema derecha dejó en el aire su voto final, y ha sido este martes cuando ha expuesto públicamente sus peticiones para apoyar la prórroga del confinamiento social decretado para frenar la curva de contagios por coronavirus.

Un documento de 19 medidas entre las que destacan la posibilidad de que dos personas que vivan en el mismo domicilio puedan desplazarse de forma conjunta en vehículos particulares, la apertura de locales de hostelería en carreteras, la supresión del pago de tributos sobre los consumos domésticos de las familias, el relajamiento impositivo para trabajadores (especial atención a los autónomos), la subida de estatus para los funcionarios de prisiones o la obligación de proveer de protecciones individuales a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Pero, más allá de estas cuestiones prácticas, devengos en los pagos o moratorias fiscales, Vox aprovecha la situación para hacer política con varios frentes reconocibles. El estado de alarma no ha coartado a los ultras para seguir encabezando su particular lucha contra Cataluña, pidiendo que se reduzcan las competencias de su comunidad autónoma y que no se aproveche este estado excepcional para proceder a los indultos de los líderes del procés.

Pero el nacionalismo catalán no es el único objetivo de los exabruptos del equipo de Santiago Abascal: Vox solicita que los inmigrantes irregulares sean internados en CIEs (Centro de Internamiento de Extranjeros) durante el confinamiento para su posterior repatriación. Además, si alguno de ellos cayera enfermo y quisiese ser tratado, los ultras proponen que paguen los costes sanitarios dado el estado de colapso que atraviesa la sanidad española fruto del Covid-19.

Aquí puedes leer las 19 peticiones de Vox para apoyar la prórroga del estado de alarma: