La presidenta de FADEMUR Murcia, Viqui Molina, ha compartido durante la mesa de Igualdad de la jornada “Menopausia: Salud, Igualdad y Derechos” una experiencia personal que resume el machismo que aún persiste en el mundo rural. Esta sesión se ha centrado en la visión de Igualdad, con la participación de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, quien ha defendido que “la menopausia no es un final, es una etapa para vivir con libertad y plenitud”.
“Me echaron del trabajo por pedir aprender a conducir un tractor”, ha relatado entre risas, recordando cómo esa petición fue suficiente para que su jefe considerara que “ya quería hacerme hombre”. Su historia, que comenzó como una anécdota, se ha convertido en un símbolo de las barreras que enfrentan las mujeres rurales para acceder en igualdad de condiciones a las tareas agrícolas.
Molina ha señalado que, aunque las mujeres sostienen buena parte del trabajo en el campo, siguen siendo invisibles en la toma de decisiones y en el acceso a la propiedad. “No se trata solo de derechos laborales, sino también de autoestima, de que te reconozcan como profesional”, ha defendido.
La presidenta de FADEMUR Murcia ha recordado además que en muchos pueblos el cambio generacional está llegando de la mano de las mujeres, pero todavía con obstáculos: “A veces el entorno no te apoya, o te mira raro si te atreves a hacer algo diferente”.
Sin embargo, Molina ha señalado la importancia de tener al lado a alguien que te apoya, como su compañero. "Me acompañó mi pareja, que nunca tuvimos la oportunidad de adquirir una finca y nos compramos una, de la que me puso yo como titular al frente". La intervención ha concluido con un comentario sarcástico de la presentadora, Sarah Santaolalla, que ha resumido con ironía el trasfondo de la historia: “Al menos se quedaron a gusto al ver que no eras lesbiana”.
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