Unidas Podemos anuncia cuando celebrará Vistalegre IV: Tal y como han señalado fuentes de Unidas Podemos a La Sexta, el proceso tendrá lugar entre los diás 6 y 13 de junio. El hasta ahora secretario general del partido espera afianzar así un liderazgo fuerte y que su sucesora sea la actual ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra.

En un principio es ésta la que postula como clara candidata a relevar al que ha sido durante siete años líder del partido, aunque sonaban con otros nombres posibles como el de Irene Montero, o la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Sin embargo, ambas parecen haber quedado descartadas en los últimos días, en el caso de Díaz al no estar afiliada. 

Lo que está casi claro es que la sucesora de Iglesias será una mujer. Así lo deja caer el partido cuando insiste en la necesidad de "feminizar los liderazgos".

También se confirma que la formación morada apuesta por un sistema de bicefalia, dado que el liderazgo de Unidas Podemos dentro del gobierno lo ostenta la vicepresidenta tercera.

A su vez, el paso de Belarra supone también seguir una de las líneas marcadas por Iglesias de abrir el partido a nuevos liderazgos y su figura es bien recibida en las esferas de Podemos.

Hasta su celebración, será la Ejecutiva la que pilotará el rumbo de la formación de forma transitoria, como ha validado el Consejo Ciudadano Estatal. Dentro de este núcleo duro de dirección están, aparte de Belarra, la ministra Irene Montero, el secretario de Organización Alberto Rodríguez, el portavoz parlamentario Pablo Echenique, los coportavoces estatales Isa Serra y Rafa Mayoral, los secretarios de Estado Nacho Álvarez o Noelia Vera y la diputada Sofía Castañón, entre otros.

El que fundador y presidente de Podemos anunciaba su dimisión el pasado martes a última hora de la noche después de conocer los resultados de las elecciones autonómicas, donde la formación morada quedó como última fuerza -sin contar a Ciudadanos-.

Aunque consiguió superar en tres los diputados con respecto a los comicios de 2019, los resultados no fueron los esperados y, por ende, Iglesias consideró que debía hacerse a un lado.