El pasado miércoles, el grupo de comunicaciones desde el que se articula la estrategia de campaña de la candidatura de Juntas Podemos era un hervidero. Desde las 8 de la mañana, los mensajes se acumulaban esperando que Ramón Espinar negase lo que acababa de publicar la Cadena Ser: “Ganó 30.000 euros vendiendo su vivienda protegida sin llegar a ocuparla”. Pero Espinar no contestó. 

Sí que lo hicieron algunos de sus colaboradores más cercanos. Algunos de ellos, como Fran Casamayor (actual miembro de la Secretaría General de Podemos que en su día concurrió por el PSOE a la alcaldía de La Roda, en Albacete), se afanaban en explicar a propios y extraños que la noticia de la Ser estaba tergiversada y era munición para la candidatura de su rival en las primarias de Madrid, la portavoz del Ayuntamiento de la capital, Rita Maestre.

Explicaciones que no surtían efecto. En tan sólo unos minutos, Ramón Espinar Merino había pasado de ser la joven promesa política de Podemos tras muchos años de activismo en la calle y liderando movimientos sociales como Juventud Sin Futuro, a ser de nuevo el hijo de Ramón Espinar Gallego, exalcalde socialista de Leganés, ex portavoz del Gobierno del PSOE en la Comunidad de Madrid y exconsejero de Bankia con ‘tarjeta black’ (gastó 178.400 euros en viajes, restaurantes y sastres).


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Ramón Espinar cuando participaba en 'La Tuerka'. Fuente. Youtube. 
Apoyo pese a la desconfianza

Antes de que saltase la noticia de la Cadena Ser, Ramón Espinar había conseguido ser el candidato de Pablo Iglesias en Podemos Comunidad de Madrid. Amigos desde que se conocieron en la Universidad y compartían micrófono en la primogénita ‘La Tuerka’ -que por aquel entonces se emitía en el canal madrileño Tele-K-, Iglesias cerró con muchos problemas el apoyo del ala izquierdista del partido, los anticapitalistas, a Espinar. Todo ello bajo la promesa de “limpiar” de errejonistas el partido para situar de nuevo a Podemos en posiciones claramente de izquierdas. 

A priori reacios al acuerdo, y tras tensas negociaciones, los anticapitalistas acabaron aceptando a Espinar como cabeza de cartel. Pero lo hicieron sin entusiasmo. Lo toleraron como un mal menor.

Ciertamente, el sector más izquierdista del partido nunca había mostrado entusiasmo por el hijo del exconsejero de Bankia a propuesta del PSOE. Desconfiaban de su pureza. Recordaban que su abuelo ya había sido ‘el ujier de Izquierda Unida’ en la Asamblea de Madrid. Dudaban del niño que se crio rodeado de los ‘pata negra’ del PSOE en la capital y del joven que cuando empezó a hacerse conocido, borró todos los mensajes de su perfil en Twitter con el objetivo de eliminar cualquier polémica de la que pudiera ser objeto.

¿Por qué no dimite?
Temores que volvieron a aflorar tras la publicación de la noticia de la cadena Ser. El sector anticapitalista vivió con desolación las primeras horas del escándalo. Tanto que la primera reacción de Izquierda Anticapitalista fue retirar su apoyo a Espinar y exigir su dimisión como candidato a las primarias madrileñas del partido. Algo que finalmente no se produjo.

Pero, ¿por qué no ha dimitido si ya nadie le quiere en Podemos?. 

“La Cadena Ser publica la noticia cuando ya no es posible hacer cambios en la lista que presentamos. Ocho horas después de que terminarse el plazo para montar otra candidatura encabezada por Isabel Serra, u otra compañera. Si Espinar no se presentaba, automáticamente los ‘errejonistas’ se harían con el partido en Madrid. Y preferimos una candidatura tocada con Espinar al frente que la victoria sin rival de Rita Maestre. Pedimos la cabeza de Espinar pero no nos podemos permitir su dimisión”, explica a ELPLURAL.COM un destacado miembro del sector anticapitalista de Podemos.   

“A Espinar le condena a muerte la Ser publicando esta información. Pero también le salva al hacerlo una vez que no es posible sustituirle como número uno. Aún así está claro que gane o pierda, es un líder muerto. Tardará mucho de reponerse de este golpe. Es similar a lo que le ocurrió a Monedero con la famosa factura”, explica a este periódico otro dirigente de Podemos, quien también lo hace bajo la premisa de que su nombre no salga a la luz.

Descartada la dimisión, el sector ‘pablista’ acuerda defender a Espinar, para lo cual utiliza un argumento que cala entre las bases: el grupo Prisa ha activado la máquina del fango. Incluso crean un hastag en Twitter para difundir esta idea fuerza. Pero lo hacen obviando el verdadero  “delito” de la Cadena Ser: publicar una información de la que disponían hace semanas (en octubre la emisora se puso en contacto con el propio Espinar para contrastar la información), cuando ya no existía tiempo para sustituirle como cabeza de cartel.

'Salvado y condenado por Prisa'
Es por ello por lo que Espinar se salva y se mantiene como número uno de Juntas Podemos. Sin embargo, el hijo del dirigente socialista es consciente de que gane o pierda, la información ha trastocado sus planes de futuro. Se aleja la posibilidad de que pueda ganar las primarias, convertirse en el portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid. Incluso, teme de que una vez terminado el proceso de primarias, diferentes sectores del partido exijan su dimisión. 

“Ya no le ven como el joven político que da caña a la casta. Ramón ha vuelto a ser el hijo de Espinar”, lamentan desde su entorno.